Energía

El Gobierno mantendrá hibernado el almacén Castor tras el informe del MIT



    Madrid, 3 may (EFE).- El Gobierno no reabrirá el almacén de gas Castor, situado frente a las costas de Vinaroz (Castellón), porque implicaría un "riesgo elevado" de nuevos seísmos, incluso más fuertes que los de 2013, y de momento tampoco lo desmantelará, por lo que continuará en estado de hibernación.

    El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha recibido hoy el informe encargado al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y a la Universidad de Harvard, que concluye que la inyección de gas en el almacén subterráneo fue la causa de los seísmos registrados en septiembre de 2013

    Según el informe, presentado por el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, los profesores Rubén Juanes (MIT) y John H. Shaw (Harvard), y el director de Infraestructuras de Enagás, Claudio Rodríguez, la inyección de gas en Castor en septiembre de 2013 desestabilizó de forma significativa la falla de Amposta y otras ramificaciones.

    "La inyección de gas desencadenó sismicidad en fallas del yacimiento y en segmentos próximos del sistema de la falla de Amposta", señala el informe.

    "Evidentemente, hay una relación entre Castor y los terremotos. Se hizo bien cortando de raíz la inyección de gas y parando el uso de la instalación", ha subrayado el ministro de Energía, Álvaro Nadal, en los pasillos del Congreso.

    Juanes ha explicado que una eventual reanudación de las operaciones supondría un "riesgo elevado" de nuevos movimientos sísmicos, que podrían alcanzar hasta 6,8 grados en la escala de Richter.

    "Dada la estructura de las fallas y los antecedentes de desestabilización, existe la posibilidad de terremotos de magnitud significativamente mayor a los registrados", indica el informe.

    Además, el estudio deja claro que es "extremadamente complicado" definir los límites de una operativa segura y fiable.

    A la vista del informe, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha decidido no reabrir el almacén, ya que no existe certeza absoluta de que no vuelvan a producirse movimientos sísmicos, ha señalado Navia.

    Aunque la inyección de gas desestabilizó la falla de Amposta y sus ramificaciones, la sismicidad de la zona (riesgo de nuevos terremotos) ha vuelto al nivel anterior a la operación, ha explicado Shaw.

    El informe concluye que, con los estudios estándar que la legislación del momento exigía, no era posible determinar que la inyección de gas provocaría seísmos.

    Navia ha indicado que el posible desmantelamiento del almacén no era objeto del informe, una opción que se analizará a partir de ahora teniendo en cuenta su impacto sobre la seguridad y su coste económico.

    Nadal ha avanzado que el Gobierno no desmantelará por ahora el almacén, construido en un antiguo yacimiento petrolífero, porque la situación en la zona es "estable" y los expertos consideran que sacar el gas conllevaría un alto riesgo.

    El ministro ha explicado que lo mejor por ahora es "mantener las cosas como están" porque "existe un riesgo alto por inyectar gas pero también por sacarlo".

    El Gobierno ordenó detener la inyección de gas tras los seísmos y en octubre de 2014 encargó a Enagás, el gestor técnico del sistema gasista, la hibernación de las instalaciones, que se terminó en marzo del año pasado.

    El secretario de Estado de Energía ha cifrado en 15,7 millones de euros el coste de mantener hibernado el almacén.

    El coste del proyecto supera los 95 millones al año, puesto que hay que sumar 80 millones anuales por el pago de la indemnización a la concesionaria, Escal UGS, que construyó el almacén.

    Escal UGS, controlada por la constructora ACS, renunció a la concesión en julio de 2014 y recibió una indemnización de 1.350 millones de euros.

    El informe, que ha costado 600.000 euros y en el que han trabajado durante dieciocho meses siete profesores del MIT y de la Universidad de Harvard, ha analizado las fallas de la región para determinar cuáles son geológicamente activas.

    Los autores han elaborado un modelo tridimensional que muestra las estructuras geológicas de la zona y analiza las presiones que han ejercido sobre ellas tanto la inyección de gas en el almacén en 2013 como las labores petrolíferas de los años 70 y 80.