Un informe de Tanquem Les Nuclears apunta la urgencia de cerrar Ascó
La plataforma ha elaborado este informe para contrarrestar la política informativa oficial sobre los incidentes que se han registrado en las centrales catalanas, incluido el suceso más preocupante producido en los últimos meses, el conato de incendio en el edificio de control de Ascó I, una falta de transparencia que, a su entender, genera "escepticismo" entre la población.
Según los datos recogidos por los encargados de elaborar el informe, en lo que va de año, Ascó y Vandellós han totalizado quince sucesos notificables al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que, aunque han sido clasificados individualmente como de Nivel 0 en la escala INES (Escala Internacional de Sucesos Nucleares en su denominación en castellano), tienen importancia considerados en su conjunto, se indica en un comunicado.
En concreto, se han dado cuatro casos de incumplimientos de las Especificaciones técnicas de funcionamiento, "que son el resultado de la degradación que está sufriendo la política de seguridad nuclear", argumenta este grupo ecologista que añade que también se han dado cuatro casos de falsas alarmas por gases tóxicos o radiación "que demuestra la imposibilidad de mantener siempre a punto los miles de sistemas de comprobación que tiene una central".
De las caídas de potencia o las paradas no programadas que se han dado en este período, sólo una -afirman- tiene una explicación clara (la invasión de algas), mientras que sobre el resto apenas se dispone de información de las causas.
Para disponer de una perspectiva temporal han realizado un análisis comparativo de los 49 sucesos comprendidos entre enero del 2011 y agosto de 2012, y una distribución por central.
El estudio denuncia el mal estado de los dos reactores de Ascó: el número I informó de 12 sucesos, y el reactor II de 16, a lo que hay que sumar 7 sucesos que afectaron al conjunto de la central, entre ellos los relativos a incumplimientos de las normativas o reglamentaciones de funcionamiento
En el caso de Vandellòs II se indican 13 sucesos, entre los que predominan las referencias a falsas alarmas, como el episodio del descenso de nivel de los generadores de vapor el 21 de febrero de 2012, "sobre el que no se ha dado ninguna explicación posterior".
El informe también muestra que el seguimiento de la problemática de las centrales desde los medios de comunicación ha sido muy limitado y que está determinado por la información distribuida por el propio CSN.
La conclusión de este informe es que aunque el funcionamiento de ambas centrales supone un riesgo importante, la peligrosidad de la situación en Ascó sugiere la necesidad de priorizar su cierre.
Advierten, así mismo, que la mayor atención mediática sobre ascó "por los escándalos recientes", no han dejado en segundo plano los potenciales peligros que pueda suponer Vandellós II.
La plataforma asegura que la política informativa de las empresas nucleares y del CSN se caracteriza por "la fragmentación el uso de un lenguaje técnico innecesariamente elevado y un volumen considerable de datos que hace difícil establecer criterios que discriminen entre informaciones significativas, informaciones secundarias y datos irrelevantes".
Asimismo, denuncian la ausencia de controladores verdaderamente independientes al frente del CSN, "el organismo que debería vigilar la industria".