Una firma alemana desafía el monopolio de Red Eléctrica con un cable submarino España-Italia
- Europa-Link Development proyecta una interconexión submarina de unos 660 km
- La normativa europea permite la iniciativa privada en el desarrollo de las interconexiones
Antonio Martos Villar
Una empresa alemana plantea algo insólito en España como es acabar con el monopolio en el transporte de electricidad, en manos de Red Eléctrica. Europa-Link Development es desconocida entre el gran público, pero la firma germana proyecta una interconexión eléctrica submarina entre España e Italia que supera tanto en kilómetros, potencia como en inversión a la que unirá al territorio nacional con Francia a través del Golfo de Vizcaya.
En concreto, pretende enlazar los sistemas eléctricos de ambos países mediante un cable bajo el mar de 660 kilómetros -más otros 40 en tierra firme-, que saldría de Sant Julià de Ramis, en la provincia de Girona, hasta la ciudad italiana de Spezia. Como alternativa, los promotores también barajan Vandellós, en Tarragona, como punto de origen.
Según se desprende de la documentación del proyecto, bautizado como Apollo-Link, la inversión total alcanza los 3.500 millones de euros, teniendo en cuenta tanto costes de capital como de operación y mantenimiento (ver infografía). El cable es una interconexión que permite enlazar dos sistemas asíncronos, mientras la capacidad de intercambio se sitúa en los 2.000 megavatios (MW) en ambas direcciones.
Hay que destacar que Apollo-Link aún está en etapa embrionaria y en fase de consideración por parte de ENTSO-E, la asociación europea de gestores de transporte de electricidad. Dentro de Europa-Link Development, Luzt Landwehr figura como consejero delegado y Wolfgang Hribernik como director general. Ahora bien, aunque la normativa europea permite la iniciativa privada en el desarrollo de las interconexiones eléctricas, para que pueda materializarse un proyecto de esta calibre debe estar contemplado en las planificaciones de los gestores de la red eléctrica (TSO, por sus siglas en inglés) incumbidos, que en este caso son Red Eléctrica en España y Terna en Italia.
Además, debe existir un resultado positivo en el análisis de coste-beneficio de la infraestructura, aceptado por todos los actores, y también debe acordarse el reparto de costes, las rentas de congestión y la financiación. Por otro lado, hay que explicar que el régimen de exclusividad de Red Eléctrica en la actividad de transporte se extiende a priori a las interconexiones internacionales, pues se contemplan expresamente en el artículo 34.1 de la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, como parte de su red de transporte.
Los 'merchant lines'
Sin embargo, lo cierto es que existe un régimen de exenciones establecido en el artículo 63 del Reglamento (CE) 943/2019 que posibilita que terceros ajenos a los TSOs, puedan desarrollar proyectos de interconexión internacional, calificados como merchant lines. De este modo, los proyectos exentos o merchant lines quedan fuera del régimen regulado contemplado en la LSE de 2013, y se les aplica una regulación específica y diferenciada.
En cualquier caso, fuentes del sector aseguran que las condiciones que debe reunir un proyecto para caer bajo este régimen son tan particulares que lo limitan de facto, ya que cualquier proyecto cuya viabilidad técnico-económica conforme al marco regulado esté acreditada, se incluiría siempre en el instrumento de planificación correspondiente y sería ejecutada por Red Eléctrica.
Las fuentes consultadas ven con cierto recelo el plan de firma alemana. El argumento es tajante: bajaría el precio de la electricidad en Italia gracias a las renovables españolas, mientras que lo aumentaría en el territorio nacional. Apelan a la "solidaridad europea", y más si cabe en el contexto de crisis energética, pero al mismo tiempo consideran que lo más justo en el caso que plantea Europa-Link Development es que el país transalpino -en caso de desarrollarse el proyecto- sufrague un porcentaje más alto de la interconexión o se haga un reparto de las rentas de congestión a favor de España.
La interconexión de España con el resto de los países de la UE, excepto Portugal, se realiza a través de Francia y alcanza el 2,8%. Aun contando con la interconexión con el país luso, se queda en un 5%. El Ejecutivo comunitario recomendó a todos los países alcanzar ya en 2020 un mínimo del 10% y, actualmente, la meta establecida para 2030 es del 15% para promover una red unificada.