Preocupación en el Gobierno y Repsol por la situación en Bolivia
El Gobierno no dudo ayer en apoyar a Repsol tras la nacionalización por sorpresa de los hidrocarburos bolivianos. El Ejecutivo ha convocado una reunión interministerial con carácter de urgencia para tratar el asunto.
Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció esta tarde que ha convocado al encargado de negocios boliviano, Álvaro del Pozo.
El director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo, le manifestó "su más profunda preocupación" por esta medida y "sus consecuencias" para las relaciones bilaterales.
Esta preocupación "se hace extensiva a las formas que han rodeado su adopción", se subraya en un comunicado de la Dirección General de Comunicación Exterior.
Se busca una solución dialogada
"Se le ha recordado el compromiso de las autoridades bolivianas de facilitar el texto del decreto para que pueda ser estudiado con detenimiento y se puedan pedir las aclaraciones pertinentes", advirtió Exteriores.
Finalmente, se reiteró a Del Pozo que el Gobierno español "espera que a través del diálogo y la negociación se llegue a una solución satisfactoria para las partes".
El Gobierno convoca a las empresas
"El Gobierno va a convocar en los días próximos a las empresas españolas con intereses empresariales y comerciales en Bolivia para analizar la situación derivada de la decisión del Gobierno boliviano de nacionalizar el sector de los hidrocarburos", declaró la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega.
El Gobierno también se mostró "profundamente preocupado" y dijo que trabajaría conjuntamente con otros países que tienen estrechas relaciones con Bolivia para resolver la situación.
"Bolivia es un país que seguro que necesita que sus recursos naturales estén en función de sus intereses como país, eso yo no lo voy a discutir (...) pero Bolivia también necesita inversiones extranjeras", dijo el ministro de Industria, José Montilla, quien añadió que con estos hechos se desincentivan, "y eso no es bueno para los bolivianos".
La UE, decepcionada
Por su parte, la Unión Europea no dejó de mostrar su preocupación y decepción porque había esperado que el paso de la nacionalización se diera tras un proceso de consulta entre instituciones.
Entre los grandes inversores en Bolivia figura Petrobras -que controla un 45 por ciento de los campos de gas-, la hispano-argentina Repsol YPF, la gala Total y el grupo británico BG Group.
Las empresas evalúan la situación
La petrolera hispano-argentina Repsol YPF, que en enero sorprendió a los mercados con un recorte de las reservas derivado en parte de las modificaciones en la legislación boliviana, dijo que sigue analizando la información recibida y que es aún no podía evaluar la situación.
Otra compañía energética presente en Bolivia es Iberdrola, aunque su interés se limita a la presencia en las distribuidoras eléctricas Electropaz (un 57 por ciento) y Elfeo (un 59 por ciento).
Entre ambas representan un 37 por ciento del suministro eléctrico del país y contribuyeron con 65 millones de euros a los ingresos de Iberdrola en 2005.
Eléctricas españolas
"Las medidas no afectan a Iberdrola porque el negocio en Bolivia se centra en distribución eléctrica. No tiene nada que ver con generación ni materias primas", dijo un portavoz de la compañía.
Además, una filial de Red Eléctrica denominada Transporadora de Electricidad (TDE) posee un 73 por ciento de las líneas eléctricas de Iberdrola y aportaron a la matriz un EBITDA de 13,1 millones.