Analistas Económicos de Andalucía (Grupo Unicaja) presenta su informe "Previsiones económicas de Andalucía". Otoño 2008
Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja, ha presentado hoy el último número de su publicación trimestral "Previsiones Económicas de Andalucía", correspondiente al Otoño de 2008 (Nº 54). Ya en el número 52, de la Primavera de 2008, esta publicación incluía como novedad su edición también en soporte digital, con la intención de ofrecer los contenidos de este informe de la forma más útil y cómoda posible para todas aquellas personas e instituciones interesadas en ésta. Así, el soporte digital mencionado (CD) permite la consulta tanto del informe completo como de la base de datos con los principales indicadores económicos utilizados para la realización del mismo.
El informe contenido en el CD se divide en tres partes, Entorno Económico, Economía Andaluza y Análisis Territorial. En la primera se analizan diversos temas relacionados con la evolución de la actividad en el contexto internacional y nacional, necesarios para enmarcar la trayectoria de cualquier espacio económico, tales como la crisis financiera internacional, el precio de las materias primeras o la posición de la economía española en el contexto actual. En Economía Andaluza, se abordan aspectos relacionados con la estructura productiva regional, el mercado de trabajo o el sector exterior, incorporando una revisión de las previsiones de crecimiento de la economía andaluza en 2008 y un avance para 2009, y finalmente Análisis Territorial incluye un análisis de la actividad económica en cada una de las provincias andaluzas, así como sus expectativas de crecimiento a corto plazo. Asimismo, se presenta un documento resumen que incorpora los principales resultados del informe presentado en soporte digital.
Entorno Económico
La crisis en los mercados financieros sigue marcando el discurrir de la economía mundial. La incertidumbre continúa y las expectativas de crecimiento se han venido revisando a la baja de forma recurrente por los distintos organismos nacionales e internacionales. La reciente batería de medidas aprobadas por los Gobiernos y las autoridades monetarias, entre ellos, el recorte de tipos de interés de medio punto que se ha producido, la entrada en el capital de diversas entidades o el aval del Estado para la financiación de las entidades financieras, parece que empiezan a surtir algún efecto, descendiendo ligeramente los tipos de interés interbancarios y suavizando las tensiones en los mercados. Los efectos sobre el cambio de expectativas de las recientes medidas, son difíciles de evaluar actualmente con la información disponible, aunque se espera que servirán para consolidar las bases de una nueva fase de crecimiento económico.
De esta forma, el retraimiento de la confianza de los agentes y las dificultades en los mercados financieros, unido a los efectos del encarecimiento de la energía y de los productos básicos, están generando un freno de la actividad económica. Las consecuencias resultan más visibles en los países desarrollados, donde a estas circunstancias adversas ha venido a sumarse la contracción del sector inmobiliario, especialmente en España y Reino Unido, además de EE.UU. En este contexto, las previsiones gubernamentales y de los organismos internacionales han vuelto a restar unas décimas al crecimiento económico previsto para este año, estimándose un retroceso de la actividad más intenso de lo esperado en varias economías desarrolladas, y un menor dinamismo de las economías emergentes.
El debilitamiento del euro frente al dólar ha sido uno de los cambios de rumbo más relevantes de los últimos meses. El cambio en las expectativas acerca del comportamiento de la economía del Área Euro, con una resistencia al freno notable en el primer trimestre y la posterior revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento, explican básicamente el excepcional ascenso y la posterior caída de la divisa única frente al dólar.
La incertidumbre en el contexto internacional, en particular en el ámbito financiero, no deja sin efecto al proceso de ajuste de la economía española. El freno en el crecimiento del PIB hasta el 1,8% en tasa interanual, en el segundo trimestre, responde a una debilitada demanda interna, que se sostiene básicamente por un bajo consumo privado, ya que la formación bruta de capital fijo ha registrado una caída, la primera desde 1996. Desde la perspectiva de la oferta, dos sectores clave de la economía centran la atención por su trayectoria: la industria y la construcción. En este último caso, el cambio de ciclo era inevitable, y el principal efecto que está generando no es tanto su menor aportación al VAB (Valor Añadido Bruto) total, sino la expulsión de mano de obra, que está provocando un empeoramiento de los indicadores del mercado de trabajo. Así, en el segundo trimestre de 2008, la creación de empleo intensificó su agotamiento.
En este sentido, las previsiones de crecimiento se han visto revisadas a la baja por todas las instituciones, e incluso las últimas proyecciones efectuadas por el Ministerio de Economía en Julio pueden resultar demasiado optimistas, esperándose para la segunda mitad de 2008 menores crecimientos trimestrales del PIB y un práctico estancamiento en 2009, con un descenso aún más significativo de la inversión y un empeoramiento del empleo.
Economía Andaluza
La economía andaluza creció entre Abril y Junio un 1,6% respecto al segundo trimestre de 2007, en línea con el conjunto de la economía española, y nueve décimas por debajo del crecimiento del primer trimestre, debido al descenso de la inversión y el menor empuje del consumo de los hogares, que han provocado una menor aportación de la demanda regional al crecimiento económico. Por el contrario, la demanda exterior neta ha vuelto a contribuir positivamente al avance del PIB.
(Tasas de variación interanual en %)
2007
2008 (p)
2009 (p)
Agricultura
0,6
0,6
0,4
Industria
1,6
-1,5
-2,0
Construcción
3,2
-3,8
-4,5
Servicios
4,7
3,0
2,4
PIB
3,6
1,3
0,6
(p) Previsión.
Fuente: Analistas Económicos de Andalucía e
Instituto de Estadística de Andalucía (2007).
Es previsible que este menor dinamismo económico se prolongue hasta bien entrado el próximo año o comienzos de 2010, si bien para el segundo semestre de 2009 podrían empezar a observarse algunos signos de recuperación. Como consecuencia de las tendencias observadas, la previsión de crecimiento para 2008 se ha revisado a la baja, hasta situarla en el 1,3%. Un peor comportamiento de lo esperado en la industria y la construcción explicaría esta revisión, así como el menor crecimiento estimado para 2009 (0,6%, una décima superior a la media española), a lo que se uniría un menor dinamismo de los servicios.
El freno que está sufriendo la actividad económica está provocando un deterioro del mercado de trabajo, a consecuencia principalmente de la crisis en el sector de la construcción y de la reducción de la ocupación entre varones. Las previsiones apuntan a que en el segundo semestre el empleo descienda en torno a un 0,5%, tasa bastante similar a la del primer semestre, reduciéndose así la cifra de ocupados en unas 15.000 personas, hasta los 3,2 millones, respecto al período Julio-Diciembre de 2007. En este segundo semestre se prevé una caída del empleo en todos los sectores productivos, exceptuando los servicios, destacando de nuevo el descenso en la construcción, que contará con unos 55.600 ocupados menos que en la segunda mitad de 2007. Asimismo, el número de afiliados a la Seguridad Social se reducirá en el conjunto de 2008 en torno también a un 0,5%.
Junto a esta caída del empleo, se ha producido un aumento del paro, y entre el segundo trimestre de 2007 y 2008 la cifra de parados se ha incrementado en casi 180.000 personas, hasta superar los 600.000 en Andalucía. La tasa de paro ha alcanzado de este modo el 16,3%, 4,3 puntos más que entre Abril y Junio del pasado año y casi 6 puntos superior a la media española. La construcción resulta el sector más afectado, duplicándose en el último año la cifra de parados, hasta superar los 100.000. Por el contrario, el sector servicios mantiene una tasa de paro por debajo de la media regional, al igual que la de la industria, aunque en términos absolutos el sector servicios cuenta con alrededor de 73.000 parados más que hace un año.
En los próximos meses es previsible que se mantenga esta trayectoria, de forma que en el último trimestre del año el número de parados podría superar los 650.000, habiendo crecido alrededor de un 30% en 2008. La tasa de paro andaluza se situará a finales de año en el 17,1%, tras aumentar 3,1 puntos respecto al último trimestre de 2007.
En relación a los distintos sectores productivos, desde mediados de 2007 existe la percepción generalizada de que el sector de la vivienda está experimentando, en toda España, un ajuste intenso que se refleja en los principales indicadores de actividad. A tenor de la información disponible, la demanda de vivienda nueva se ha retraído en los últimos meses en las Comunidades Autónomas con mayor producción de vivienda.
En concreto, las estadísticas sobre compra-venta de viviendas y viviendas terminadas permiten evaluar el posible desajuste del mercado de vivienda nueva. Desde Enero de 2005 hasta Marzo de 2008, se han contabilizado en Andalucía 406.263 viviendas terminadas, de las que 226.141 se escrituraron como vendidas. Esto supone que existe un aparente exceso de oferta acumulado de vivienda nueva de unas 180.000 viviendas, es decir, en torno al 44,3% de la producción del período.
Para el conjunto de España este exceso de oferta o desequilibrio se sitúa en torno al 39,8% de las nuevas viviendas, destacando entre las Comunidades Autónomas con más sobreoferta, además de la ya señalada Andalucía, Cataluña, Murcia, Extremadura y Castilla y León. Parece razonable preguntarse, por tanto, si se está produciendo el necesario ajuste y hacia dónde se está dirigiendo (cantidad, precios o una combinación de ambos). Se observa que la intensidad y dirección de este ajuste registra diferencias territoriales, con un ajuste más intenso vía cantidad ofertada (aproximada por los visados de viviendas), por ejemplo, en el caso de Cataluña, Andalucía o Murcia, y vía precios en Madrid o Aragón.
El sector servicios muestra un crecimiento del personal ocupado, pese a que empieza a verse afectado también por la desaceleración de la actividad. El comercio es la actividad que está mostrando un menor dinamismo, en contraste con las tecnologías de la información, los servicios a empresas y el transporte. En este último caso, sin embargo, hay que resaltar que el tráfico aéreo de pasajeros está descendiendo, y las previsiones apuntan a un descenso del 2% en 2008.
En el caso del turismo, tanto el número de ocupados en la industria turística, como la cifra de afiliados en hostelería y agencias de viaje, muestran un crecimiento más moderado que en períodos anteriores, a lo que se une un crecimiento más modesto de la ocupación en establecimientos hoteleros, que está relacionado con la menor demanda observada en lo que va de año. El número de viajeros alojados en establecimientos hoteleros se mantiene prácticamente estable con respecto al mismo período de 2007, y el crecimiento de la demanda interna ha podido compensar la caída registrada por la demanda extranjera, siendo Andalucía la Comunidad Autónoma que más turistas españoles recibe.
Esta tendencia se mantendrá hasta finales de año, de forma que la cifra de viajeros en establecimientos hoteleros se mantendrá prácticamente estable en 2008 con respecto a 2007, contando Andalucía con alrededor de 16,1 millones de viajeros. La demanda extranjera podría registrar en el conjunto del año un recorte del 1,4%, que se compensaría por el incremento de la demanda interna.
El sector industrial es, junto a los servicios, uno de los dos sectores donde continúa creciendo el empleo, si bien este crecimiento está siendo inferior al de comienzos de año, y según nuestras estimaciones esta moderación será mayor en la segunda mitad de 2008. Sin embargo, el incremento de la ocupación se ha visto acompañado de un aumento en la cifra de parados, al tiempo que el Valor Añadido Bruto (VAB) ha descendido en los dos primeros trimestres del año.
Por otro lado, la confianza del consumidor continúa deteriorándose, en un escenario en el que el elevado endeudamiento de las familias, unido al repunte del paro, está provocando un menor crecimiento del consumo de los hogares, tal como ponen de manifiesto el descenso en las matriculaciones de turismos, la caída en las ventas, tanto del comercio minorista como de las grandes superficies, o la reducción de la producción industrial de bienes de consumo. A este menor empuje del consumo, se une el descenso en la inversión, lo que ha provocado que la aportación de la demanda regional al crecimiento del PIB se haya reducido hasta los 1,2 puntos, alrededor de tres puntos inferior a la del conjunto del pasado año.
Esta menor fortaleza de la demanda, en particular de la inversión, se refleja en la financiación al sector privado, creciendo ya los créditos concedidos por debajo del 10%, en un escenario en el que la morosidad ha aumentado, aunque las tasas son todavía bastante bajas en relación a países de nuestro entorno. Para finales de año se prevé que los créditos al sector privado puedan crecer incluso en el entorno del 5%, en línea con el crecimiento nominal de la actividad económica.
El saldo exterior, por el contrario, ha registrado una clara mejora respecto a los últimos años, aportando cuatro décimas al crecimiento del PIB en Andalucía en el segundo trimestre. Esta mejora obedece a un comportamiento relativamente dinámico de las exportaciones de bienes y servicios y a una disminución en el ritmo de avance de las importaciones, que acusan con rapidez la pérdida de vigor de la demanda final, como ha ocurrido en otras etapas cíclicas similares. No obstante, hay que destacar que el déficit comercial continúa creciendo (incrementándose alrededor de un 50%), como consecuencia del mayor repunte de las importaciones de bienes que de las exportaciones, aunque éstas han mostrado una clara reactivación respecto al primer semestre de 2007.
EVOLUCIÓN DE LOS INDICADORES ECONÓMICOS DE COYUNTURA DE ANDALUCÍA(Valores absolutos)
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008 (P)
Empleo Agrícola (miles)
276,9
266,5
262,3
260,8
271,2
254,6
249,3
237,8
IPI General (Base 100)
98,5
100,0
102,3
107,8
111,9
110
109,7
102,3
IPI Bienes Consumo (Base 100)
98,1
100,0
99,1
102,4
99,8
96,7
93,2
87,1
IPI Bienes Inversión (Base 100)
97,8
100,0
107,3
120,5
126,9
118,5
118,5
116,4
Empleo Industrial (miles)
293,3
291,2
301,7
298,4
328,5
315,9
325,5
328,9
Viviendas Iniciadas
142.592,0
125.913,0
159.837,0
142.415,0
151.761,0
149.933,0
112.381,0
82.299,0
Empleo Construcción (miles)
306,2
341,4
368,9
410,7
435,4
473,8
491,0
445,4
Viajeros Alojados (miles) (1)
12.150,1
12.244,1
12.732,0
13.463,2
14.639,6
15.608,6
16.133,8
16.149,6
Tráfico aéreo de pasajeros (miles)
14.084,6
14.321,8
15.811,3
17.020,0
19.224,6
20.265,1
22.201,8
21.762,1
Empleo Servicios (miles)
1.536,4
1.614,9
1.694,5
1.793,2
1.924,6
2.066,1
2.153,6
2.186,8
Matriculación Turismos
219.761,0
209.130,0
230.612,0
261.185,0
264.599,0
265.460,0
256.018,0
198.283,9
Créditos S. Privado (Datos al 4º trimestre en millones de euros)
71.358,2
82.309,4
97.199,8
119.789,1
157.469,8
195.443,3
227.428,3
235.780,9
Población Activa (miles)
2.966,9
3.129,9
3.227,1
3.331,5
3.435,2
3.562,2
3.690,3
3.827,2
Empleo (miles)
2.412,8
2.513,9
2.627,3
2.763,2
2.959,6
3.110,4
3.219,3
3.205,9
Paro (miles)
554,1
616
599,8
568,4
475,6
451,9
471,0
621,3
Tasa de Paro (Datos al 4º trimestre en %)
19,2
20,3
18,4
16,1
13,8
12,2
14
17,1
(1) Serie enlazada con coeficientes de enlace INE tras los cambios metodológicos de 2006.
(P) Previsiones.
Fuente: Analistas Económicos de Andalucía, Banco de España, Dirección General de Aviación Civil, Dirección General de Tráfico, Instituto de
Estadística de Andalucía, Instituto Nacional de Estadística y Ministerio de Vivienda.
EVOLUCIÓN DE LOS INDICADORES ECONÓMICOS DE COYUNTURA DE ANDALUCÍA
(Tasas de variación interanual, en %)
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008 (P)
Empleo Agrícola
10,32
-3,75
-1,58
-0,56
3,96
-6,11
-2,09
-4,60
IPI General
1,33
1,50
2,30
5,34
3,84
-1,66
-0,29
-6,80
IPI Bienes Consumo
4,28
1,97
-0,89
3,31
-2,50
-3,12
-3,66
-6,47
IPI Bienes Inversión
-5,56
2,21
7,27
12,33
5,29
-6,61
0,01
-1,72
Empleo Industrial
2,25
-0,73
3,61
-1,08
10,08
-3,83
3,02
1,05
Viviendas Iniciadas
8,46
-11,70
26,94
-10,90
6,56
-1,20
-25,05
-26,77
Empleo Construcción
9,54
11,50
8,05
11,34
6,01
8,83
3,63
-9,29
Viajeros Alojados (1)
1,31
0,77
3,98
5,74
8,74
6,62
3,36
0,10
Tráfico Aéreo Pasajeros
4,47
1,68
10,40
7,64
12,95
5,41
9,56
-1,98
Empleo Servicios
4,69
5,11
4,93
5,83
7,33
7,35
4,24
1,54
Matriculación Turismos
0,88
-4,84
10,27
13,26
1,31
0,33
-3,56
-22,55
Créditos S. Privado (Datos al 4º trimestre)
13,95
15,35
18,09
23,24
31,46
24,11
16,37
3,67
Población Activa
-1,49
5,49
3,11
3,24
3,11
3,70
3,60
3,71
Empleo
5,59
4,19
4,51
5,17
7,11
5,10
3,50
-0,42
Paro
-23,75
11,16
-2,63
-5,24
-16,32
-4,99
4,24
31,91
Tasa de Paro (Diferencias en puntos al 4º trimestre)
-3,55
1,14
-1,91
-2,36
-2,24
-1,61
1,77
3,15
(1) Serie enlazada con coeficientes de enlace INE tras los últimos cambios metodológicos de 2006.
(P) Previsiones.
Fuente: Analistas Económicos de Andalucía, Banco de España, Dirección General de Aviación Civil, Dirección General de Tráfico, Instituto de Estadística de Andalucía, Instituto Nacional de Estadística y Ministerio de Vivienda.
Análisis Territorial
El proceso de ralentización por el que está atravesando la economía ha aumentado durante el segundo trimestre, situándose el crecimiento económico en Andalucía en el 1,6%. Por provincias, el mayor avance se ha producido en Córdoba, que ha crecido un 2,2% durante el segundo trimestre, según las previsiones de Analistas Económicos de Andalucía, seguida de Sevilla y Jaén. En el extremo opuesto se encuentra Almería, que ha crecido por debajo del 1%. Para el conjunto de 2008, se prevé que Málaga lidere el crecimiento regional, con un 1,9%, junto a las provincias señaladas, mientras que para 2009 la provincia que podría mostrar un mayor dinamismo sería Granada, aunque en general el ritmo de crecimiento será menos intenso en todos los casos.
Resulta especialmente difícil la situación por la que atraviesa el mercado laboral, cuyo deterioro se ha acelerado durante el segundo trimestre del año. La información extraída de la Encuesta de Población Activa (EPA) así lo corrobora, reduciéndose la cifra de ocupados en cinco de las ocho provincias andaluzas, con excepción de Córdoba, Jaén y Sevilla, en tanto que los afiliados a la Seguridad Social descienden en todas las provincias del litoral, salvo Huelva. A este comportamiento del empleo se ha unido un aumento del número de parados, según la EPA, y de la tasa de paro, repuntando además el paro registrado, especialmente en Almería y Málaga.
En el sector de la construcción, el aumento del paro, según datos de la EPA, ha sido significativo, fundamentalmente en Sevilla, Málaga y Granada. En cuanto al empleo, todas las provincias andaluzas reflejan una caída de la ocupación en construcción durante el segundo trimestre, fundamentalmente Almería. A este hecho se ha unido una reducción generalizada en el número de viviendas iniciadas, así como una menor contratación de hipotecas.
El menor dinamismo de la economía andaluza también se debe a la trayectoria del sector servicios, y dentro de éste, la rama turística empieza a notar los efectos de la desaceleración económica. La entrada de turistas extranjeros se ha reducido, y la demanda hotelera se está manteniendo por el repunte de la componente nacional. Por provincias, el crecimiento registrado en Málaga y Huelva contrasta con la menor actividad en Cádiz o Sevilla.
Los indicadores de consumo muestran igualmente una ralentización en mayor o menor medida según los casos. En este aspecto vemos como la concesión de créditos, que crece ya por debajo del 10% en todas las provincias, o la matriculación de vehículos sigue descendiendo, especialmente en la provincia almeriense. Pese a ello, la inflación se sitúa aún por encima del 4,5%, destacando el crecimiento superior al 15% en los precios de los bienes y servicios relativos a los vehículos en todas las provincias. Este comportamiento de la inflación, motivado en parte por los precios energéticos, supone un significativo obstáculo para mejorar el déficit exterior de la economía española.