La causa contra Rato afecta a medio centenar de empresas: los datos informáticos llenarían 728 camiones
- Dos primos se encargaron de su hipoteca por tener las cuentas embargadas
La causa contra el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato por delitos fiscales, blanqueo, y corrupción entre particulares investigaba hasta noviembre del pasado año a 48 empresas y precisaba del análisis de 40.000 folios ya numerados, sellados y firmados y del material obrante en 29 dispositivos electrónicos cuyo contenido "equivaldría a unos 728 camiones de documentos".
Así lo expresó el pasado 23 de noviembre la inspectora jefe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) Marga García-Valdecasas al juez instructor del caso, Antonio Serrano-Arnal en un informe en el que le expresaba la imposibilidad de analizar en 15 días, tal y como solicitaba el juez, la ingente documentación incautada en los registros realizados el 16 de abril de 2015 en los despachos y domicilio de Rato en Madrid y en un despacho de la urbanización gaditana de Sotogrande.
Según el informe obrante en el sumario del caso, al que ha tenido acceso Europa Press, el volumen de la información incautada incluía hasta esa fecha 28 cajas con 40.000 folios más 80.000 correos electrónicos del periodo (2007- 2015) que requerirían el análisis de personal de la ONIF, que fueron encontrados en servidores, ordenadores de sobremesa, portátiles y pendrives.
El material en dichos dispositivos ocupa un total de 728,1 gigabytes, según a ONIF, que estima que dicha información, una vez depurada "ya apartada la información que no se considere de interés para el caso", pondría a disposición de los agentes tributarios entre un diez y un veinte por ciento del total. "Es decir, utilizando la comparación anterior, el equivalente a 72-145 camiones de documentos", precisa el informe.
Cuatro funcionarios para escanear
Entre los meses de junio y julio pasados, la ONIF destinó a cuatro funcionarios de este órgano únicamente para escanear la información incautada en los ordenadores de Rato y volcarla en las bases de datos de la AEAT.
Por todo ello, y dada la complejidad de la causa, García-Valdecasas advertía que no podría cumplir con el requerimiento del juez de elevar informe en 15 días y que debía "reconsiderar su decisión".
De lo contrario, "y dado el apercibimiento recibido en relación con el posible delito de desobediencia que podría atribuirse", la ONIF pedía al titular del Juzgado de Instrucción número 31 que elevara "a definitivos" los informes provisionales que hasta el momento se habían dictado y ordenara la paralización de las actuaciones mientras avanzaran sus pesquisas.
Sus primos pagaron los créditos
Dos primos asturianos de Rato se hicieron cargo de los pagos correspondientes a su hipoteca y tres préstamos durante el tiempo en el que permanecieron embargadas sus cuentas por orden del Juzgado de Instrucción 31 de Madrid, que investiga irregularidades en su patrimonio.
Según desvela el sumario del caso, la defensa de Rato solicitó al juez Antonio Serrano-Arnal que permitiera a Juan y Gonzalo Alvargonzález Figaredo asumir los "vencimientos mensuales" a los que debía hacer frente.
En concreto, se trata de una hipoteca suscrita con la entidad ING Direct, con una cuota de 4.291 euros al mes, dos préstamos con La Caixa por los que debe pagar 2.112 y 2.324 euros mensuales y otro crédito de Bankia con cuota de 4.603 euros.
Según explica su abogada en un escrito, Rato no pudo hacer frente a estos pagos desde abril de 2015 lo que le generaba "un gran daño patrimonial" y recurrió a sus primos, propietarios de la compañía Naviera Alvargonzález, "para evitar la morosidad".
El sumario también concreta que el juez Serrano-Arnal levantó el pasado mes de junio el embargo sobre las cuentas de Rato y de varias de sus mercantiles. La medida se acordó hasta que el expresidente del FMI depositara la fianza de 18 millones de euros fijada en esta causa.
Alerta del Banco de España
Según consta también en el sumario, el Banco de España alertó de que Rato comenzó a recibir, a partir del año 2012, "importantes transferencias de dinero", que ascienden a al menos siete millones de euros, desde cuentas corrientes situadas en seis paraísos fiscales, entre ellos la isla caribeña de Dominica.
La denuncia original de la Fiscalía detalla que Rato recibió, en concreto, 1.518.017 euros en 2012 y 1.259.305 en 2013, procedentes de "cuentas corrientes en las que tenía poder de disposición" en Suiza, Gibraltar, Luxemburgo, Irlanda, Estados Unidos y Dominica.