Reyal Urbis negocia con los bancos aplazar el pago del crédito en tres años
Reyal Urbis sigue negociando con sus bancos reestructurar los términos y condiciones de la mayoría de su deuda, que asciende a 3.000 millones de euros (préstamos sindicados y pólizas de crédito). La promotora puso encima de la mesa de sus entidades financieras un plan para adecuar esa deuda a las actuales condiciones del mercado inmobiliario. Esa propuesta ha recibido el visto bueno de la mayoría de los bancos, aunque falta la aprobación unánime de todas las entidades.
Banesto (BTO.MC) y el Santander (SAN.MC), que lidera las negociaciones, respaldan el planteamiento del grupo, según informaron fuentes cercanas a las conversaciones.
Aplazar el pago tres años
En concreto, Reyal Urbis (REY.MC) ha planteado a sus acreedores financieros aplazar el pago del préstamo principal durante tres años, es decir, quiere prorrogar la amortización del crédito desde que se firme el acuerdo de refinanciación, según el informe de gestión que envió la sociedad a la CNMV.
Según el documento, la compañía que preside y controla Rafael Santamaría tenía que amortizar 562 millones de euros durante este año. De esta manera, si la promotora llega a un pacto con los bancos en el tercer trimestre de 2008, la sociedad no deberá abonar el dinero hasta el tercer trimestre de 2011.
Con esta prórroga no quiere decir que la sociedad no tenga que pagar a los bancos en ese periodo. Reyal Urbis propone a las entidades financieras desembolsar durante esos tres ejercicios los intereses derivados de las deudas y quiere que los pagos se realicen semestralmente. En las cuentas del primer semestre de 2008 de la inmobiliaria, los gastos financieros contabilizaron 191 millones de euros, lo que representa el 23 por ciento de los ingresos totales. En esta partida de gastos es donde las compañías contabilizan los intereses de sus préstamos.
Más detalles del plan
Dentro de la propuesta, la compañía quiere que el plazo de la deuda se extienda a siete años. Es decir, si la compañía firma en este trimestre el acuerdo, la última amortización del préstamo se efectuaría en 2015. Hasta ahora el último vencimiento del crédito, que solicitó Reyal para lanzar la opa a Urbis, está fijado en 2013, por lo que solicita extenderlo dos años más.
Estas son las líneas básicas que Reyal Urbis ha presentado a sus acreedores financieros y que éstos están negociando y matizando. No obstante, esta propuesta de financiación de la deuda es el modelo general que han adoptado todas las inmobiliarias. Por ejemplo, Afirma que el pasado mes de junio refinanció su endeudamiento goza de dos años de desembolso económico en concepto de intereses, de manera que ha aplazado la amortización del préstamo principal.
Ante la ausencia de liquidez en el mercado financiero y la caída de las preventas de viviendas, principalmente, las empresas del sector del ladrillo están pidiendo a sus bancos que las eximan de abonar las amortizaciones de mayor volumen de los préstamos durante los próximos dos años, ya que será la fecha en que escrituren las casas que se vendieron hace 18 meses y, por lo tanto, cuando sus ingresos serán menores. Además, la venta de suelos, otra de sus armas para conseguir liquidez, está paralizada ante la depreciación de su valor en el mercado y, también, ante la ausencia de financiación de los interesados en estas operaciones.
No obstante, esta situación no hay que generalizarla ni llevarla a extremos, pues las sociedades poco a poco van cerrando operaciones de venta de activos y logrando reservas de pisos, aunque a menor escala respecto a años anteriores. Este sería el caso de Reyal Urbis.
Desinversiones de activos
La inmobiliaria ha logrado realizar desinversiones de activos. En el primer semestre, vendió locales y oficinas en Madrid que eran de uso propio. El resultado de estas operaciones le supuso un beneficio de 2,8 millones de euros.
A lo largo de los seis primeros meses de este año, la compañía ha terminado las obras de varias residencias de la Tercera Edad y que han sido posteriormente enajenadas a fondos extranjeros. El valor neto contable de esas propiedades era de 65,5 millones y sus ventas han generado unas pérdidas netas para la sociedad de 567.000 euros.
Por otro lado, Reyal Urbis ha conseguido dinero con la venta de unas promociones a una inmobiliaria que controla Banesto (tiene el 51% del capital) y en la que también participa la promotora de Santamaría, con el 49%. Con estas desinversiones, logró una inyección de 400 millones de euros.
Venta de terrenos
A esta lista de operaciones hay que sumar la venta de terrenos. En el informe, la sociedad dice que esas transacciones se han cerrado con compañías vinculadas a entidades de crédito por un importe de 351,6 millones de euros. Ese dinero, explica en el documento, se ha destinado a la amortización de préstamos hipotecarios sobre solares y otros créditos. De manera que el resultado obtenido de esas operaciones ascendió a 53,1 millones.
A 30 de junio de 2008, el endeudamiento bancario de Reyal Urbis era de 5.528 millones, de los que 2.204 millones tenían garantía hipotecaria y 3.323 millones garantía personal. Es decir que Rafael Santamaría ha avalado el 60 por ciento de la deuda, la mayoría con acciones de la promotora.
A partir de junio, la compañía no ha parado la máquina para realizar desinversiones, de manera que ha cerrado operaciones que le han permitido reducir su endeudamiento en 790 millones de euros. Si se hacen cálculos, la deuda bancaria ahora se sitúa en más de 4.700 millones de euros.