Empresas y finanzas

BBVA prevé incrementar un 170% su beneficio bruto hasta 2017

  • Espera ganar en torno a 7.500 millones tras la integración de CatalunyaCaixa


BBVA espera incrementar en hasta un 170 por ciento su beneficio antes de impuestos entre 2013 y 2017, según las proyecciones incluidas en el plan de integración de CatalunyaCaixa aprobado por Bruselas. De esta manera, las ganancias del grupo español ascenderína dentro de tres ejercicios hasta los casi 7.500 millones de euros.

El banco que preside Francisco González logró un resultado bruto en 2013 de 2.750 millones, pero gracias a la recuperación de la economía y la paulatina contribución de la entidad catalana, que acaba de integrar, calcula que como mínimo este parámetro crecerá en un periodo de cuatro años un 75 por ciento, que es el porcentaje más bajo de la horquilla presentada a la Comisión Europea.

El informe, que ha sido publicado recientemente por las autoridades comunitarias, indica que la rentabilidad de BBVA se situará entre el 10 y el 15 por ciento, una cifra que fue ya adelantada por el director financiero del grupo, Jaime Sáenz de Tejada, a finales de abril.

Los analistas, más optimistas

Las proyecciones incluidas en el plan de negocio de la adquisición de CatalunyaCaixa se podrían quedar cortas, ya que no incluyen una mayor aportación a la cuenta de resultados del turco Garanti, donde el banco español incrementará en junio su participación del 25 al 40 por ciento.

De hecho, el consenso de los analistas espera un crecimiento mucho mayor del beneficio bruto de BBVA para 2017. Los expertos calculan que ganará antes de pagar impuestos unos 9.700 millones, lo que supondrá multiplicar por más de tres el importe cosechado en 2013.

CatalunyaCaixa irá contribuyendo poco a poco a las cuentas del grupo. Así, este mismo ejercicio aportará unos 200 millones al margen de intereses. Si bien, su cuota a la variable será negativa o nula. Para 2018 las ganancias netas de la entidad catalana ascenderán a 300 millones.

Para alcanzar estas metas, BBVA procederá a un ajuste de los costes, para lo cual llevará a cabo un recorte del 20 por ciento de la plantilla y de las oficinas en Cataluña, y a un impulso de la digitalización de su negocio, además de elevar la actividad crediticia y reducir el peso de los préstamos morosos.

Aumento del crédito

Las estimaciones del banco apuntan a que la cartera de créditos aumentará hasta 2017 entre un 10 y un 20 por ciento a nivel global. Uno de los mercados donde espera un mayor crecimiento es en España, donde el cierre del grifo ha sido más severo que en otros países y donde ya han empezado a repuntar la actividad en algunos segmentos. Para este año BBVA prevé que su stock de préstamos suba ligeramente y deje atrás las caídas experimentadas a los largo de la crisis.

En cuanto a los créditos impagados el banco calcula que descenderá durante el periodo de cuatro ejercicios en más de un 20 por ciento y que, en el mejor de los casos, el porcentaje podría llevar al 30 por ciento. Éstos ya iniciaron una tendencia a la baja a finales del pasado año.

Entre tanto, BBVA tiene la intención de pisar el acelerador al proceso de digitalización que lanzó hace casi una década. Ha procedido a una remodelación de su cúpula hace unas semanas para tal fin, con la sustitución del consejero delegado. Como número dos se ha situado Carlos Torres, que ha prometido en sus primeras declaraciones que el impulso de la tecnología pronto dará sus frutos y será un acicate para el aumento de la rentabilidad del grupo en el corto plazo.s