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El Reino Unido vota en las elecciones más impredecibles en décadas



    Por Guy Faulconbridge y Andrew Osborn

    LONDRES (Reuters) - Los británicos votan el jueves en unas disputadas elecciones que podrían arrojar un gobierno débil, acercar a la quinta economía del mundo en tamaño a una salida de la Unión Europea y avivar los deseos secesionistas de los escoceses.

    Los últimos sondeos de opinión mostraron que los conservadores del primer ministro, David Cameron, y los laboristas de la oposición encabezados por Ed Miliband empatarán, lo que indica que ninguno tendrá suficientes escaños para una mayoría clara en el Parlamento de 650 asientos.

    Sin embargo, las encuestas sugirieron que ha habido un movimiento tardío hacia los laboristas.

    "Esta carrera va a ser la más estrecha que hemos visto", dijo Miliband a sus seguidores en Pendle, en el norte de Inglaterra, la víspera de la votación. "Va a estar muy disputada. Se definirá en el último momento".

    Cameron dijo que los conservadores podrían dar al país un gobierno fuerte y estable: "Todas las otras opciones acabarán en caos".

    Los conservadores se describen como el partido de la generación de empleo y la recuperación económica, prometiendo reducir los impuestos para 30 millones de personas, al tiempo que fuerza más recortes de gastos para eliminar un déficit presupuestario que es aún del 5 por ciento del PIB.

    Por su parte, los laboristas dicen que reducirán el déficit cada año, elevarán el impuesto de la renta para el 1 por ciento de los que más ganan y defenderán los intereses de las acuciadas familias obreras y el endeudado Servicio Nacional de Salud.

    "Creo que el laborismo es lo mejor para el bien de todo el país. Los conservadores han reducido el gasto demasiado", comentó el estudiante Abi Samuel en un local de votación en Edimburgo.

    Si ninguno consigue la mayoría, el viernes comenzarán las conversaciones con partidos minoritarios en una carrera por fraguar acuerdos.

    Eso podría llevar a una coalición formal, como la que Cameron ha encabezado en los últimos cinco años, con los demócrata liberales de centro, o podría producir un frágil gobierno en minoría con acuerdos puntuales que garanticen los apoyos para votaciones clave.

    Los mercados británicos y los precios de los bonos cayeron ligeramente en la apertura, y el temor electoral no daba muestras de importantes ventas en bolsa. Los dos principales partidos llevan meses codo a codo en los sondeos.

    De los siete sondeos difundidos la víspera de la votación, tres mostraron que los dos partidos iban empatados. Tres colocaron por delante a los conservadores por un punto porcentual, y uno dio a los laboristas una ventaja de dos puntos.

    PERSPECTIVA DE INESTABILIDAD

    Si no puede formarse un gobierno duradero, el país podría afrontar la inestabilidad e incluso unas segundas elecciones.

    Los sondeos muestran que el consenso político de las últimas décadas, durante el cual conservadores y laboristas se han turnado en el Gobierno, se ha ido deteriorando a medida que surgían partidos marginales en el pasado en Escocia e Inglaterra que han robado millones de votos.

    Los nacionalistas escoceses, que perdieron en septiembre el referéndum de independencia, probablemente obtengan el grueso de los escaños en Escocia, arrebatándole docenas a los laboristas, y haciendo mucho más limitadas las posibilidades de que Miliband consiga mayorías.

    En Inglaterra, UKIP ha atraído a votantes conservadores y laboristas, pero probablemente dañe las posibilidades de Cameron de lograr una mayoría.

    Cameron ha advertido de que Miliband sólo podría gobernar con la ayuda del SNP, un resultado que, dice, podría poner en peligro a Reino Unido.

    Miliband ha descartado pactos con los nacionalistas, pese a estar abierto a formar una alianza contra los conservadores.

    "Si trabajamos juntos, podemos echar a los tories. Trabajaremos con otros en todo Reino Unido, esa es mi promesa", dijo la líder del SNP, Nicola Sturgeon, en Edimburgo.

    Si Cameron no consigue mayoría, podría intentar un acuerdo con los demócrata liberales, repitiendo una coalición de 2010, y posiblemente también con los unionistas de Irlanda del Norte y el UKIP.

    Si gana, Cameron ha prometido un referéndum sobre la pertenencia del país a la Unión Europea para finales de 2017, una perspectiva que probablemente dañe al centro financiero de la City y a los mercados.