Empresas y finanzas

¿Nadie sabía nada? Las confesiones de Rato, Blesa y Barcoj ante el juez Andreu

  • Blesa: "Hay cosas que al Banco de España no se le cuentan si no pregunta"
  • Rato dice que las tarjetas existieron desde los 90 para gastos "personales"
  • Barcoj: "A mí me la da el presidente y entiendo que si me la da él, es legal"
Blesa y Rato. <i>Imagen: Archivo</i>


A pesar de que "hay cosas que al Banco de España no se le cuentan con detalle a no ser que pregunte", como aseguró Miguel Blesa ante el juez, los exresponsables de las tarjetas opacas en Caja Madrid coinciden en que la institución tenía inspectores permanentemente en la entidad y que podían haber tenido acceso a toda la información si hubiesen querido.

La concesión de esas tarjetas era "una práctica habitual. Uno admite que estas cosas tienen un fundamento", aseguró Blesa ante el juez.

Así se desprende en la declaración íntegra del expresidente de Caja Madrid, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que el fiscal le preguntó si Caja Madrid informaba al Banco de España de la totalidad de las retribuciones de los consejeros, a lo que él respondió que la inspección del Banco de España "tenía permanentemente un despacho" en la entidad y, por lo tanto "tiene conocimiento o puede tener conocimiento de todo".

Las palabras de Blesa

El fiscal replicó que la pregunta no era si el Banco de España tenía acceso a esa información, sino si Caja Madrid se la dio o no. "Creo que hay cosas que al Banco de España no se le cuentan con detalle a no ser que pregunte", contestó Blesa, añadiendo que "seguro" que el organismo regulador conocía las retribuciones de los consejeros y que en estas estarían incluidas las tarjetas. 

Descárguese el audio de la declaración de Blesa.

El expresidente de Caja Madrid también indicó que la concesión de esas tarjetas era "una práctica habitual, consuetudinaria e institucionalizada" en la entidad desde 1988, antes de que él entrase como consejero en 1994. "Cuando yo llego allí, no pregunto por el fundamento normativo o los acuerdos que respaldan todas y cada una de las actividades que hay en la Caja. Uno admite que estas cosas tienen un fundamento", declaró. Blesa traspasó dos pisos de lujo días antes de ir a la cárcel.

Rato: existían desde los años 90

Por su parte, el expresidente de Caja Madrid y Bankia Rodrigo Rato afirmó en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que las 'tarjetas B' existieron desde los años 90 en la caja de ahorros para cubrir "gastos personales" de los consejeros y directivos y que él no tomó ninguna decisión sobre esta materia porque no fue un tema "problemático" objeto de "preocupación" por los órganos de la entidad.

Descárguese el audio de la declaración de Rato.

Rato aseguró que el entonces director financiero en Caja Madrid, Idelfonso Sánchez Barcoj, le entregó dos tarjetas, una para gastos de representación y otra para "gastos particulares", cuyos límites estaban ya establecidos . "Yo entiendo que está englobada en mi remuneración y es, por lo tanto, de uso personal", dijo.

Barcoj: "A mi me la dió el presidente"

Mientras, el exdirector financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj aseguró el jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que la 'tarjeta B' que tuvo en Bankia con Rodrigo Rato al frente de la entidad se la dio el presidente y que, por ello, no dudó de la legalidad. "Entiendo que si me la da él, es un tema legal".

Descárguese el audio de la declaración de Barcoj.

En la declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, Barcoj se descarga de cualquier responsabilidad en la autorización y concesión de estas tarjetas, así como de los límites de gasto, que en todo momento adjudica a los presidentes tanto de Caja Madrid, Miguel Blesa, como de Bankia, Rodrigo Rato.

Sobre este último, explica que retomó la concesión de las tarjetas que se habían extinguido a finales de 2011, con la disolución de Caja Madrid en Bankia. En febrero de 2012, él recibe de Rato una nueva aunque asegura que el hecho le extrañó porque se acababa de aprobar un real decreto que limitaba las retribuciones de los altos cargos de las cajas.