"Despertar" durante la cirugía provoca complicaciones psicológicas en el largo plazo
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una de cada 19.000 personasque recibe anestesia general se despierta accidentalmentedurante un procedimiento, según revela uno de los principalesestudios sobre esta complicación tan temida. Los autoresaseguran que esa proporción está muy por debajo de lasestimaciones previas (1 de cada 600 personas).
En lo que se conoce como conciencia accidental durante laanestesia general (AAGA, por su nombre en inglés), el pacientetiene la sensación de estar consciente a pesar de haber recibidoanestesia general y puede tener consecuencias psicológicascrónicas, se acuerdo con el informe del 5º Proyecto Nacional deAuditoría (NAP5, por su sigla en inglés) del Colegio Real deAnestesiólogos y la Asociación de Anestesiólogo de Gran Bretañae Irlanda.
"El proceso de la anestesia general puede y, a veces, falla,y la AAGA puede, y a veces, ocurre", se lee en el informe. Y"sus consecuencias en el largo plazo pueden provocar muchotemor", como lo describe una paciente en el informe.
Sandra narra lo que sintió a los 12 años, cuando experimentóla AAGA durante una cirugía odontológica de rutina: "De pronto,supe que algo malo había pasado. Podía oír las voces de laspersonas que me rodeaban y me horroricé al darme cuenta de queme había despertado en medio de la operación, pero no podíamover un solo músculo. Mientras los demás movían sus manos, yotrataba frenéticamente de decidir si estaba por morir".
Durante los más de 15 años que pasaron desde aquellacirugía, Sandra tuvo pesadillas: "Un monstruo similar al doctorWho se lanzaba sobre mí y me paralizaba".
El panel del NAP5 estudió los resultados de todas lasanestesias realizadas en cinco países durante un año, con más de300 informes sobre la AAGA, "lo que lo convierte en un proyectoúnico en su tamaño y alcance", señaló en un comunicado elprofesor Tim Cook, anestesiólogo consultor del Hospital RealUnido, Bath, Inglaterra, y coautor del informe.
La mayoría de los casos había ocurrido durante las fasesdinámicas de la anestesia (inducción y emergencia) y por pocotiempo (5 minutos), pero lejos de ser benignas.
El 51 por ciento de los pacientes sufrió de distrés y el 41por ciento, de consecuencias psicológicas crónicas. Lassensaciones más comunes fueron tirones, puntadas, dolor,parálisis y ahogo. Los pacientes mencionaron sentimientos dedisociación, pánico, temor extremo, sofocación y muerte. Losefectos psicológicos en el largo plazo incluyeron síntomas delestrés postraumático.
El profesor Jaideep Pandit, presidente del panel del NAP5 yanestesiólogo consultor de Oxford, señaló por escrito que losfactores de riesgo eran "complejos y variados, e incluíanaquellos asociados con el tipo de fármaco utilizado, lascaracterísticas de los pacientes y las variables de laorganización. El factor de riesgo más peligroso fue el uso derelajantes musculares, que impiden que los pacientes se muevan".
El máximo riesgo de experimentar la AAGA ocurre durante unacesárea (1 en cada 670 casos) y la cirugía cardiotorácica (1 decada 8.600), si el paciente es obeso, mujer o cuando el manejode las vías aéreas se complica al comienzo de la anestesia.
El informe del NAP5 incluye 64 recomendaciones paraminimizar la incidencia de la AAGA y poder reconocerla ymanejarla de manera efectiva con el objetivo de mitigar susefectos crónicos en el paciente.
Una es el uso de una lista de control simple durante laanestesia desde el inicio de cada cirugía para controlar que elprocedimiento utilizado sea el adecuado (entre otrascuestiones).
Además, se promueve el enfoque estructurado del manejo delos pacientes que informan un episodio de AAGA y la creación deuna base de datos de los casos de AAGA. "Todos los casosinformados deberían evaluarse cuidadosamente, con unadescripción detallada de la narración de cada paciente y de laatención anestesiológica empleada", escriben los autores.
El informe completo del NAP5, que publica Anaesthesia, estádisponible online en http://nap5.org.uk/NAP5report.
FUENTE: Anaesthesia, 2014.