El yoga podría ayudar a manejar la presión sanguínea, pero se necesitan más estudios
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una nueva revisión de estudiosya publicados sugiere que el yoga ayudaría a reducir los valoresde presión sanguínea en los hipertensos.
"Hay cada vez más estudios aleatorios sobre los efectos delyoga en las enfermedades", dijo por correo electrónico HolgerCramer, de la Facultad de Medicina de la Universidad deDuisburgo-Essen (Essen, Alemania) y autor principal de larevisión de antiguos estudios.
Pero aclaró que "la calidad y la representatividad de esosensayos varía, lo que dificulta evaluar la efectividad del yogaen una enfermedad con ensayos únicos".
Estudios previos han sugerido que el yoga podría serbeneficioso en varias situaciones, entre ellas la arritmiacardíaca y el desorden por estrés postraumático.
Cramer dijo que él ha publicado revisiones sobre la prácticadel yoga en pacientes con cáncer de mama, esquizofrenia, riesgocardiovascular, enfermedades cardíacas y asma, entre otros.
El investigador explicó que esta revisión sobre la utilidaddel yoga en el manejo de la hipertensión, que se publica enAmerican Journal of Hypertension, "es parte de un proyecto enmarcha. Como el yoga se practica en todo el mundo por distintosmotivos de salud, es fundamental evaluar científicamente cuándoes útil o cuándo no".
El equipo de Cramer combinó los resultados de siete estudiospublicados sobre un total de 452 pacientes. En cada estudio, alazar, participantes con hipertensión o con valores normalesaltos practicaron yoga durante por lo menos ocho semanas,continuaron con el enfoque terapéutico habitual, o utilizaronotra estrategia terapéutica.
En promedio, el yoga redujo la presión sistólica (valormáximo) unos 10 mm Hg y la presión diastólica (valor mínimo)unos 7 mm Hg versus el enfoque terapéutico habitual.
Al concentrarse sólo en los pacientes con hipertensión, ydejar de lado los participantes con presión levemente alta oprehipertensión, la reducción de los valores de presión fue aúnmayor. "Sin embargo, no detectamos efecto alguno en losprehipertensos", dijo Cramer.
Los Institutos Nacionales de Salud definen la presión altacon valores 140/90 mm Hg o superiores. La presión normal seubica en 120/80 mm Hg o menos y la prehipertensión, entre ambosrangos.
La revisión mostró también que el yoga beneficiaba a los quetomaban antihipertensivos, pero no a los que practicaban ladisciplina como una alternativa de esos fármacos.
De todos modos, los estudios incluidos en la revisión erantan distintos que dificultaron la evaluación del efectodefinitivo del yoga en la presión, según explicaron los autores.
Dos estudios se habían ocupado de estilos específicos,mientras que uno sólo se había concentrado en el efecto de lastécnicas de respiración y el resto las combinaba con lasposturas, la relajación, la meditación y el estilo de vida.
"Aunque estos resultados son limitados por la poca cantidadde estudios disponibles, observamos que las técnicas derespiración del yoga son más efectivas y seguras en loshipertensos que los estilos más físicos del yoga", indicóCramer.
Los autores también revisaron la seguridad del yoga ydetectaron tres efectos adversos informados en uno de losestudios. Pero no se especificaron cuáles habían sido.
Otros estudios sugieren que las lesiones más comunes delyoga son las distensiones en el cuello, los hombros, las piernasy las rodillas. "Un punto realmente importante y no muyestudiado en las investigaciones sobre el yoga es la seguridadde la intervención para determinar con precisión el equilibrioentre los beneficios y los riesgos en cada paciente", aclaró.
Por todo esto, Cramer aseguró que se necesitan más estudios.
FUENTE: American Journal of Hypertension, online 2 demayo del 2014.