Empresas y finanzas

Compañías cierran sus surtidores de gasolina y diesel en Zimbabue



    Otilia Chaleka

    Harare, 21 ago (EFECOM).- Las compañías de combustible en Zimbabue han respondido de forma unánime debido a los precios impuestos por el Gobierno sobre la gasolina y el diesel, cortando sus surtidores y generando hoy masivas colas en las pocas gasolineras que permanecen abiertas.

    La crisis de escasez de combustible en Zimbabue comenzó en 1999 a causa de la falta de dinero para pagar a los aprovisionadores extranjeros.

    Sin embargo, ha sido posible disponer de gasolina y diesel desde finales del año pasado, cuando el Gobierno liberó el mercado, permitiendo a las compañías con capital extranjero importar la mercancía y venderla a un precio asequible.

    El ministro de Energía, Mike Nyambuya, fue el responsable de hacer público el sábado el nuevo control obligatorio, donde no está permitida la venta de gasolina y diesel a un precio mayor de 380 y 320 dólares zimbabuenses por litro respectivamente (1,17/1 euro), cuando anteriormente se cobraba entre 600 y 800 dólares (1,8/2,48 euros).

    Algunos empleados de establecimientos que Efe visitó, localizados en Harare y otras áreas cercanas, como Chitungwiza y Norton, admitieron que se les habían especificado no vender combustible a la espera de ver la situación del mercado.

    Por su parte, los funcionarios de las industrias petroleras han acusado al Gobierno de actuar sin consultar a las compañías, vaticinando que el país podría volver a la situación que ya vivió en 2003, cuando miles de vehículos permanecieron varios meses parados sin diesel o gasolina.

    "Si hemos tenido que contribuir (de nuestro bolsillo), obviamente no vamos a estar de acuerdo en vender nuestros productos para obtener pérdidas. Lo hemos importado nosotros y ahora nos están pidiendo que lo regalemos", declaró un ejecutivo superior de una firma petrolera en Harare, quien pidió no ser nombrado.

    "Si la situación no se rectifica -admitió- el país volverá a aquellos días en que estaba 'virtualmente seco' por culpa de los irreales precios impuestos por el Gobierno".

    El economista John Robertson, quien tiene su consultora en Harare, recriminó al Gobierno por generar un retroceso en un momento en el que se empezaba a vivir un relativo progreso.

    "Aplaudimos la decisión del Gobierno al permitir a las fuerzas del mercado determinar el precio del combustible, entonces hubo una cantidad razonable de combustible. Ahora nos dirigimos para detrás, a la era de la escasez de combustible. Nadie quiere importar combustible a más de 600 dólares el litro y venderlo a menos de 400", dijo Robertson.

    A pesar de las fuertes críticas y las duras acciones por parte de consumidores y vendedores, Nyambuya insistió en que el Gobierno no rectificará los nuevos precios y aseguró que el país no se quedará sin las comodidades básicas, ya que la compañía nacional de petróleo ha acordado la importación de combustible.

    "El Gobierno puede ahora importar combustible -anunció Nyambuya- que se venderá a los precios que he anunciado. Cualquiera que esté interesado en vender combustible tendrá que atenerse a esos precios o salir del negocio".

    La crisis del combustible es uno de los graves problemas que afectan a la recesión económica de Zimbabue, que vive su sexto año.

    El país, que con un 993,3 por ciento tiene la mayor inflación del mundo, sufre continuos cortes de electricidad y agua, así como la carencia de medicamentos y otros productos de primera necesidad. EFECOM

    oc/mm/jlm