El AVE al aeropuerto de Barajas es posible con una inversión mínima de 150 millones
El Ministerio de Fomento ultima junto con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital un proyecto para hacer realidad la llegada del AVE a Barajas. Con tan sólo una inversión adicional de 150 millones de euros, el reto de la alta velocidad será una realidad en dos o tres años. También se reorganizarán las líneas del AVE para no saturar más Atocha. El director general de los Ferrocarriles, Manuel Niño, detalla a elEconomista Transporte las tareas que todavía faltan para que este proyecto sea una realidad.
"Primero, hay que completar las obras del túnel Atocha-Chamartín que todavía están pendientes, después hay que montar una vía en ancho internacional desde Chamartín a Hortaleza y, por último, cambiar la electrificación de 3.000 a 25.000 voltios en el tramo que va de Chamartín al aeropuerto de Barajas".
Todo ello supondrá una inversión de entre 140 y 150 millones, de los que 100 millones se destinarán al túnel entre Atocha y Chamartín. Realmente, las obras de la infraestructura ya están muy avanzadas. La vía ya está poniéndose, según confirman en Fomento, y sólo falta la señalización ferroviaria, la electrificación y las telecomunicaciones. Otros 25 millones se destinarían para cambiar el ancho de vía desde la estación de Chamartín a hasta Hortaleza y los restantes 15 millones, para el cambio de electrificación ya comentado. También se incluiría una pequeña inversión para colocar un tercer rail en el tramo de Hortaleza a Barajas. Aquí el coste sería muy pequeño, ya que la traviesa está ya preinstalada para añadir la nueva vía de ancho internacional.
Es política del actual Ministerio de Fomento no dar datos sobre la finalización de las obras, pero fuentes conocedoras de proceso aseguran que no se dilatará más de dos o tres años. Manuel Niño asegura que "se está discutiendo con la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento cómo se financiará el proyecto".
Para ello, se han celebrado varias reuniones e incluso existe un borrador del plan para que el AVE llegue a la T-4. Esta alternativa para llevar la alta velocidad a Barajas es mucho más barata que otra idea que se barajó inicialmente y que suponía, además de las obras ya comentadas, la construcción de un ramal de vía para que el AVE Madrid-Barcelona tuviera la capacidad de desviarse a la T-4, antes de adentrarse en Madrid, por un pequeño ramal de 10 kilómetros.
Esta opción suponía una inversión superior a los 200 millones, una cantidad disparatada teniendo en cuenta la utilidad de la misma, ya que entre la capital de España y la Ciudad Condal existe un Puente Aéreo con gran número de vuelos al día que facilita el desplazamiento de cualquier potencial pasajero de un vuelo trasatlántico sin la necesidad de emplear la alta velocidad.
Fomento junto con Renfe y Adif aprovecharán la llegada del AVE a la T-4 de Barajas para reorganizar las líneas de alta velocidad. Ahora mismo existe una verdadera saturación del AVE en Atocha, que recibe los trenes de alta velocidad que vienen de Barcelona, el Sur (Sevilla, Málaga) y el Levante (Albacete, Alicante). La idea es repartir este tráfico entre Atocha y Chamartín, dónde actualmente sólo llegan los trenes de alta velocidad del Norte y Noroeste de España (Galicia, Asturias, Valladolid...).
Aunque todavía no está decidido oficialmente, Chamartín será la estación de la alta velocidad que provenga de Galicia, Asturias y el Norte de España (el AVE que más crecerá en los próximos años, a medida que se vayan finalizando las infraestructuras que están pendientes), además del Levante. Atocha, por su parte, se quedará para el AVE a Barcelona y el de las líneas del Sur.
La nueva organización no va a ser estricta porque, entre otras cuestiones, el túnel de Chamartín, que se está finalizando, tiene un inconveniente: el tren que para en Atocha, no puede llegar a Chamartín (a no ser que diera un enorme rodeo), y el que para en Chamartín no puede llegar a Atocha. Ello supone que aunque por lo general las líneas del Levante lleguen a Chamartín y después, a Barajas, si los estudios de demanda lo hacen imprescindible, se podría destinar algún AVE diario a Atocha, que después tendría prolongación o intercambio de tren a la T-4.
Esta solución mucho más económica para el Estado sería temporal, ya que Fomento maneja dos opciones para que el AVE sea más funcional. La primera es que se tiene que construir una nueva estación cercana a Atocha (en Méndez Álvaro) que sí que permitirá que el mismo tren de alta velocidad que pare en Atocha, lo pueda hacer también Chamartín y viceversa. La segunda: los trenes de Barcelona podrían entrar por esta estación situada al sur y sí que tendrían conexión más directa a la T-4 pasando por el túnel hasta Chamartín. Pero esa es otra historia.