Empresas y finanzas

Expertos sirios dudan eficacia de aumento sueldos en lucha contra inflación



    George Bagdadi

    Damasco, 4 may (EFECOM).- El Gobierno sirio anunció este fin de semana un aumento de los salarios, pero apenas han bastado unas horas para que la subida quedase reducida a poco más que un gesto, ya que los precios de bienes como el gasóleo y el butano se han vuelto a disparar.

    Las medidas anunciadas a bombo y platillo por el presidente sirio, Bachar al Asad, también han recibido críticas por parte de analistas y economistas, que consideran que el país no está preparado para hacerlas efectivas.

    Como en países de medio mundo, la carestía también afecta a Siria, donde el precio del gasóleo casi se ha cuadruplicado, de 7 liras sirias (9 céntimos de euro) a 25 liras (32 céntimos), poco después de que Bachar ordenara ayer un incremento salarial de un 25 por ciento para todos los funcionarios.

    Pero el diesel no ha sido el único producto cuyo precio ha subido inmediatamente tras el anuncio del presidente, ya que la bombona de butano ha pasado de 145 liras sirias a 250.

    El gasóleo es un producto de referencia en Siria, ya que se emplea en el transporte, la agricultura y en el sector industrial para hacer funcionar la maquinaria.

    Para compensar el aumento de su precio, el Gobierno ha distribuido cerca de cinco millones de "cupones familiares" de diesel subvencionado entre los más necesitados.

    Algunos analistas señalan que la subida récord del gasóleo, superior a la que se esperaba, y el aumento del precio de los alimentos afectan, sobre todo, a las clases media y baja, que suponen la gran mayoría de los 19 millones habitantes de Siria.

    Además, consideran que el incremento del 25 por ciento en los salarios no será suficiente para hacer frente a la inflación en un país donde el sueldo medio es de unas 6.000 liras sirias (unos 77,5 euros), y en el que, según datos oficiales, las familias se gastan entre el 42 y el 50 por ciento de sus ingresos en comida.

    Los expertos creen que esta intervención positiva del gobierno para frenar la carestía tendrá efectos mínimos en los mercados de alimentación locales, ya que al final los comerciantes fijan los precios que ellos quieren ante la escasa supervisión estatal.

    En ese sentido, el economista Nabil Marzuk cree que el aumento de los precios se debe a factores como la liberalización del mercado local, la retirada del estado de algunos sectores y la insuficiente supervisión gubernamental, que permite a los intermediarios, comerciantes y productores imponer sus propios precios.

    Una opinión distinta tienen los responsables políticos como el viceministro de Economía y Comercio, Gasan al Eid, quien señaló que el aumento de los salarios "es importante para llenar la brecha que hay entre los precios y los sueldos, y para mejorar el nivel de vida".

    Según Eid, el culpable de la carestía es "el aumento de los precios en los mercados mundiales, que han afectado al mercado local sirio".

    Y es que además del gasóleo y el gas, el precio de productos básicos como el azúcar, el arroz, la harina y la verdura, ha crecido entre un 30 y un 70 por ciento, mientras que el los lácteos se ha incrementado hasta un 100 por cien.

    Para frenar esa subida, el Ejecutivo ha comenzado a vender alimentos a cooperativas con un precio de entre un diez y un veinte por ciento menor en comparación con el mercado libre.

    Asimismo, ha impuesto duras sanciones a aquellos comerciantes que no respeten la lista oficial de precios y ha prohibido temporalmente la exportación de ciertos productos agrícolas como el trigo, los tomates, los huevos, las lentejas, el aceite y las patatas. EFECOM

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