CCOO: Más de dos millones españoles podrían perder el convenio en julio
Los convenios colectivos son pactos entre los trabajadores y los empresarios que regulan aspectos laborales clave como salarios, jornada, descansos o vacaciones, y que mejoran las condiciones mínimas previstas dentro del estatuto de los trabajadores.
Hasta la reforma, los convenios se prorrogaban una vez superado su plazo de vigencia aunque no hubiera acuerdo, pero la nueva norma limitó esa ultraactividad a un año, por lo que a partir de la primera semana de julio, cuando se cumple un año de su entrada en vigor, numerosos trabajadores podrían perder mejoras laborales previstas por sus convenios.
Sin que existan datos oficiales sobre el número de afectados por estos cambios y teniendo en cuenta que en estos tres meses aún puede llegarse a acuerdos, la secretaria confederal de empleo del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), Paloma López, situó en más de dos millones los trabajadores que podrían ver desaparecer condiciones plasmadas en sus convenios.
CONFLICTIVIDAD LABORAL
"Hay convenios pendientes de negociación (...) que afectan a más de 2 millones de trabajadores", dijo López en un encuentro del Círculo de Corresponsales.
"Tenemos un porcentaje altísimo de convenios que finalizan el 7 de julio (...) Es un dato alarmante para los trabajadores, pero no menos para las empresas, por el nivel de conflictividad que puede suponer", afirmó.
La cifra de ocupados en España supera los 16 millones de personas, mientras que el paro se encuentra en niveles récord del 26 por ciento de la población activa.
En medio de una profunda crisis económica, España ha hecho avances en términos de competitividad gracias, entre otros factores, a la caída gradual de los costes laborales, favorecida por medidas introducidas por la reforma laboral.
El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo la semana pasada que si no había firma de convenios habría una ofensiva para relanzar la negociación colectiva, y que mayo sería un mes clave en este sentido.
"Hay que dar salida a los convenios para que estos no se conviertan en un nuevo elemento de recrudecimiento del conflicto social en los sectores y en las empresas. Es lo que menos necesita nuestro país", dijo Toxo el pasado viernes.
La ley prevé que ante la falta de acuerdo en la renovación, las condiciones laborales serán las determinadas por un convenio superior - que puede ser por ejemplo sectorial o provincial - o incluso por el estatuto de los trabajadores.
Los sindicatos denuncian que los cambios reducen su capacidad de negociación, ya que el empresario puede preferir dejar caer el convenio para modificar las condiciones de sus empleados y así abaratar costes.
FLEXIBILIDAD INTERNA
Desde el lado de los empresarios se asegura sin embargo que antes eran ellos los que tenían las manos atadas para negociar modificaciones en los convenios, al ser prorrogados automáticamente.
La reforma laboral también da más mecanismos a las empresas en la negociación colectiva, al poder "descolgarse" de los convenios bajo determinadas circunstancias y facilitarse la introducción de 'mecanismos de flexibilidad interna' en las empresas, como rebajas salariales o cambios en horarios.
"La reforma laboral ha significado un cambio muy importante a la hora de modificar condiciones de trabajo", dijo el miércoles Salvador del Rey, presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, que subrayó que ésta había introducido cambios en elementos esenciales del sistema de relaciones laborales.
Del Rey quiso minimizar sin embargo las consecuencias de la extinción de numerosos convenios a partir de julio y dijo que la fecha límite estaba sirviendo como un "enorme acelerador" de la renovación de acuerdos colectivos.
"Hay que desdramatizar este tema (...) no verlo como el Apocalipsis", declaró, subrayando que las empresas no llevarían a cabo cambios radicales en las condiciones de sus trabajadores para evitar conflictividad y porque seguirán teniendo la obligación de negociar con los trabajadores.
"No significa la desaparición o el hundimiento ni mucho menos del sistema de negociación colectiva", aseguró Del Rey.
/Por Blanca Rodríguez/