Empresas y finanzas
Ikea se disculpa por usar mano de obra forzada en la extinta Alemania comunista
- En los años 80 usó a presos políticos para fabricar sus muebles
- Así lo dictamina una estudio que encargó la propia empresa sueca
- Esta investigación se abrió a raíz de las denuncias de antiguos presos
La compañía sueca Ikea se ha disculpado hoy públicamente por haber usado a presos políticos como mano de obra forzada para producir algunos de sus muebles en la extinta República Democrática Alemana (RDA), tal y como demuestra un estudio del gabinete Ernst & Young que encargó la propia empresa.
"Lamentamos extraordinariamente que eso sucediera", ha señalado hoy en Berlín la ejecutiva de Ikea Jeanette Skjelmose, con motivo de la presentación del informe sobre las actividades de la cadena sueca en la comunista RDA.
"La empresa había tomado medidas para asegurarse de que no se utilizaba a prisioneros, pero ahora está claro que esas medidas no fueron suficientemente eficaces. Entonces no teníamos los sistemas de control desarrollados de hoy día, y visto lo visto no hicimos lo suficiente para impedir tales métodos de producción", ha lamentado Jeanette Skjelmose, en declaraciones que recoge la AFP.
En el estudio se destaca que presos políticos germanoorientales trabajaron en la producción de piezas para muebles de Ikea hace entre 25 y 30 años. "Prisioneros políticos y detenidos participaron en parte en la producción de componentes o muebles, que fueron entregados a Ikea hace entre 25 y 30 años", ha admitido hoy la compañía al presentar el citado estudio.
El estudio demuestra también que los representantes de Ikea sabían que era posible que en las fábricas de la RDA trabajaran prisioneros políticos.
¿Por qué se encargó el estudio?
El pasado mes de junio, la cadena sueca anunció la apertura de una investigación externa independiente y de la habilitación de una línea telefónica especial para esclarecer las acusaciones de que empleó presos de la Alemania Oriental para su producción. Esta iniciativa se produjo después de que antiguos presos en la Alemania comunista declararan que después de ser detenidos por la Stasi, se les recluyó en prisiones desde las cuales les llevaban a fábricas donde producían los muebles. En algunos casos desconocían el destino de esos artículos.
Entonces salió ya a la luz que la compañía escandinava suscribió a finales de los años ochenta un acuerdo con las autoridades de la RDA a raíz del cual intervinieron en la producción de sus artículos presos políticos germanoorientales.
El acuerdo fue suscrito en septiembre de 1987, dos años antes de la caída del Muro de Berlín, por dos empresas de la RDA con Ikea Trading Berlín, una delegación de la empresa sueca en la entonces ciudad dividida.