La salud de Tymoshenko preocupa a sus médicos
Los médicos que están ayudando a tratar a Tymoshenko, de 51 años, por un dolor agudo en la espalda, indicaron que es improbable que se recupere plenamente en sus condiciones actuales de detención e instaron a las autoridades ucranianas a trasladarla a Kiev o a su casa.
En octubre pasado, Tymoshenko fue condenada a siete años de prisión en la ciudad oriental de Jarkiv por abuso de poder mientras ocupaba el puesto de primera ministra. Ella niega las acusaciones y asegura que es víctima de una venganza política de su rival, el presidente Viktor Yanukovich.
"Su situación médica ha mejorado. Tiene más movilidad y se está moviendo al menos algunas horas por día", dijo Karl Max Einhaeupl, médico del hospital Charite de Berlín, en una rueda de prensa.
El especialista explicó que el dolor ha disminuido con respecto al inicio del tratamiento, pero sostuvo que en ningún caso está plenamente recuperada, añadiendo que su desconfianza hacia los médicos y autoridades ucranianas y su falta de privacidad son los principales obstáculos para su mejoría.
"La señora Tymoshenko tiene miedo de que le pase algo, tiene miedo de que alguien quiera hacerle daño. Esa es la razón por la que se niega a las inyecciones (...) Es muy difícil tratar a un paciente que tiene miedo", afirmó.
La Unión Europea y Estados Unidos han condenado el juicio contra Tymoshenko y han dicho que está políticamente motivado, pero Yanukovich se ha negado a liberarla a pesar del bochorno que ha generado su caso antes de la Eurocopa 2012, que comienza el viernes y que Ucrania organiza junto a Polonia.
Kiev también ha rechazado una oferta de Berlín para tratar a Tymoshenko en Alemania.
En el hospital Jarkiv donde se la está atendiendo, Tymoshenko es supervisada constantemente por cámaras de vídeo y no tiene acceso a la luz del día, aunque, gracias a los esfuerzos de los médicos alemanes, ahora tiene permitido quedarse junto a una ventana unos 20 minutos por día, dijo Einhaeupl.
Ucrania debería transferirla a la capital, Kiev, o colocarla bajo arresto domiciliario para facilitar su recuperación, dijo el médico.
El especialista también expresó su temor a que los médicos no puedan seguir atendiendo a la ex primera ministra después del torneo, cuando la atención internacional deje de centrarse en Ucrania.
Amnistía Internacional ha pedido a los jugadores de fútbol y a los seguidores del deporte que tengan en mente los derechos humanos durante el campeonato.
/Por Sabine Siebold/