Fabricantes de automóviles padecen en febrero efectos ralentización económica
De los seis principales fabricantes de automóviles que operan en territorio estadounidense, solo la nipona Honda pudo acabar el mes con números positivos, aunque por la mínima.
El grupo Honda (formado por las marcas Honda y Acura) señaló hoy que terminó el mes de febrero con un aumento del 0,7 por ciento de sus ventas. Pero el resto de fabricantes acumuló pérdidas, en algunos casos significativas.
General Motors, que empezó el año de forma positiva al registrar un aumento de las ventas del 2,1 por ciento en enero, revertió la tendencia en febrero, y de forma acusada, la demanda de vehículos del principal fabricante de automóviles estadounidense cayó un 16,7 por ciento durante el segundo mes del año.
GM se esforzó en señalar que la caída de las ventas del pasado mes es engañosa porque en febrero del 2007, con los que se comparan los números del mes, la empresa registró una demanda muy fuerte. Pero los resultados del mes son una prueba más de que la economía estadounidense está herida.
Toyota, a la caza de General Motors en el terreno mundial y que ostenta el segundo puesto en número de ventas en el mercado estadounidense, cerró el mes con una pérdida del 6,6 por ciento y por debajo de la cifra total de ventas de Ford.
Mientras que el principal fabricante japonés vendió 182.169 unidades, Ford les superó con 192.681 vehículos. A pesar de ello, las ventas de la marca del óvalo azul cayeron un 6,9 por ciento.
Chrysler, el tercer fabricante estadounidense y ahora en manos de la firma de inversiones Cerberus, también sufrió un fuerte revolcón al acumular una caída de la demanda del 14 por ciento y vender 150.093 vehículos.
Nissan, el más pequeño de los seis principales fabricantes, redujo su caída al 2,9 por ciento.
Los seis fabricantes coincidieron en señalar que la combinación de elevados precios de la gasolina -el país parece encaminado a la inesperada cifra de 4 dólares por galón (unos 0,94 dólares por litro de gasolina) y la ralentización de la economía como la razón de sus males.
El vicepresidente del consejo de administración y presidente del Grupo Chrysler, Jim Press, al comentar sobre los resultados de febrero se refirió al "impacto del lento crecimiento económico" de Estados Unidos sobre el sector del automóvil.
Por su parte, Mark LaNeve, vicepresidente de Ventas de GM en Norteamérica, mencionó "las duras condiciones del mercado" mientras que el presidente de Toyota en Estados Unidos, Jim Lentz, destacó "la subida de los precios de la gasolina".
La combinación de precios del combustible y el empeoramiento económico está retrayendo al consumidor. Y aquellos que acuden a los concesionarios están huyendo despavoridos de los grandes vehículos con elevados consumos.
Por ejemplo, en el caso de General Motors, mientras que las ventas de coches cayeron un 5,2 por ciento, la demanda por camionetas -categoría que incluye SUV, "pickup", monovolúmenes, camionetas y furgonetas y es el "animal" de carga de la empresa-, acumuló un descenso del 22,5 por ciento.
En Chrysler la historia es similar: Las ventas de coches aumentaron un 9 por ciento en febrero pero las de camionetas cayeron un 22 por ciento.
Entre los fabricantes estadounidenses -tradicionalmente los más fuertes en la categoría de camionetas- solo Ford escapó de la tendencia. La mayor caída de ventas la acumuló en coches (un 9,3 por ciento) mientras que en camionetas la redujo al 5,6 por ciento.
Pero Ford también decidió hoy, y a la vista de los resultados, reducir su producción para los próximos meses y cerrar algunos turnos de trabajo en tres factorías que dejarán en el paro a unas 2.500 personas.
Ford reducirá la producción de los SUV Ford Explorer/Mercury Mountaineer así como de los coches Ford Taurus/Mercury Sable y Taurus X. La compañía anunció que este año presentará un nuevo Taurus en sustitución del actual modelo, que hasta el año pasado se llamó Five Hundred.
El consejero delegado de Ford, Alan Mulally, anunció que el nuevo Taurus será el coche que el fabricante debería haber producido desde un principio y con el que espera recuperar ventas en un segmento clave para la marca del óvalo azul. EFECOM
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