Coca Cola Venezuela recupera normalidad tras diez días de bloqueos
El director legal de la compañía, Rodrigo Anzola, declaró en rueda de prensa que "la única vía de solución al problema es el diálogo", a la vez que mostró "mucha fe" en llegar a una "solución definitiva".
Anzola cifró las pérdidas de la compañía, causadas por los piquetes organizados por ex trabajadores de la empresa en algunas de sus instalaciones, en un 10 por ciento de las ventas habituales en el mes de febrero, "1.700.000 cajas unitarias de refresco".
El representante de Coca Cola, añadió que también se produjo una "pérdida de confianza y credibilidad", si bien se ha mostrado convencido de que en los próximos cuatro o cinco días se podrán abastecer todos los puntos de venta del país donde no pudo llegarse a causa del bloqueo de parte de sus centros.
El acuerdo alcanzado entre representantes de los ex trabajadores y empleados activos de Coca Cola, auspiciado por la unicameral Asamblea Nacional (AN), comprende el establecimiento de una mesa técnica conjunta para recabar información sobre la deuda que tiene la empresa con los ex trabajadores.
El director de Coca Cola en Venezuela puntualizó que no cree que la situación planteada por los reclamantes tenga una justificación jurídica, pero "reconoce la petición de la AN de ver el problema desde el punto de vista social".
Anzola apostó por "buscar una distribución óptima, siguiendo criterios sociales" de la cantidad que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) decida.
El TSJ es el organismo donde se dirime el conflicto desde finales de 2006, después de la realización de bloqueos similares a los que se han producido estos días, que afectaron al 45 por ciento de los puntos de venta de la empresa en el país.
Al mismo tiempo, los actuales trabajadores de la compañía también se manifestaron estos días en defensa de su derecho al trabajo, algo que según Anzola revela su "dignidad".
Desde el pasado 5 de febrero, ex concesionarios y ex transportistas de Hit, la anterior concesionaria de Coca Cola en Venezuela, mantenían bloqueados doce centros de distribución y una planta embotelladora ubicada en Maracaibo, 700 kilómetros al oeste de Caracas.
El conflicto se remonta al 2003, cuando la concesión de Coca Cola pasó de manos de la empresa Hit de Venezuela, propiedad de Oswaldo Cisneros, a la actual distribuidora Femsa.
Hit se hizo con la concesión en agosto de 1996, tras romper el acuerdo que hasta entonces tenía con Pepsi Cola, si bien la perdió siete años después.
Según fuentes de Coca Cola Femsa, la compra de la franquicia, en mayo de 2003, convirtió a la empresa en la embotelladora de refrescos más grande de Latinoamérica, en términos de ventas.
Coca Cola Femsa dispone en Venezuela de cuatro plantas embotelladoras y 32 centros de distribución, además de contar con 8.000 trabajadores. EFECOM
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