El presidente del Consejo Intertextil prevé que el reajuste seguirá en 2008
En una entrevista a Efe, Casas señaló que este año "será complicado" porque a la incertidumbre de la evolución de la economía en general se suma que el sector textil todavía necesita seguir con la redefinición iniciada hace unos años, por lo que este año todavía habrá "cierto reajuste".
En el año 2007, el sector textil, que ocupa a 200.000 personas, perdió 10.300 empleos, un 5% del total, y la producción se redujo un 2%, hasta 11.360 millones de euros.
"Hace años que estamos adaptándonos a la nueva situación, en los que ha habido mucha disminución de puestos de trabajo y muchas empresas han cerrado y, seguramente, seguirán haciéndolo", señaló Casas, que, sin embargo, destacó que hay una nueva industria textil con otra mentalidad y organizada de otra manera que está creciendo y de la que casi no se habla.
Son las empresas que aportan valor añadido, donde la innovación, el diseño y las nuevas tecnologías "están al orden del día y este es el sector del futuro", independientemente de "dónde esté la fábrica".
Para Casas, la industria textil española ha ido haciendo sus deberes para adaptarse a la nueva situación de liberalización y hoy en día representa el 4% del producto industrial bruto, el 7% de la ocupación industrial y el 4,5% del total de las exportaciones; además durante el año 2007 las exportaciones crecieron casi un 10%.
El pasado día 1 de enero llegó la liberalización total del textil al darse por cerrado el sistema de cuotas a las importaciones textiles y de la confección de China, impuestas a diez categorías de productos para minimizar el efecto que tuvo la liberalización hace ahora tres años.
Sin embargo, de acuerdo con las autoridades chinas se estableció un doble control a las prendas textiles para ocho categorías que necesitan un permiso de exportación de China que comporta un permiso de importación en Europa, lo que permite conocer con cierta previsión lo que pasará con estas categorías y ya hay 5.000 empresas del gigante asiático registradas con permiso para exportar.
Por otra parte, Josep Casas insistió en que se supriman las barreras con las que se encuentran las empresas europeas para exportar a Asia y a otros países, como Brasil, y que se haga una política comercial basada en la reciprocidad, donde las reglas del juego sean iguales para todos.
Casas se quejó de que las reglas del juego no son las mismas para todos los países, ya que en lugares como India y China, además de barreras arancelarias, no existen las exigencias medioambientales, ecológicas y sociales que tienen las empresas europeas a la hora de fabricar prendas textiles.
Un informe del Observatorio Textil hecho el año pasado apuntaba que el 72% de los productos textiles de países de fuera de la UE que se venden en España incumplen la normativa sobre el etiquetado y la composición de las prendas.
"Las empresas europeas tienen muchas restricciones respecto a la utilización de determinadas sustancias", señaló Casas y se quejó de que desde China se exportan prendas con composiciones que "pueden acabar afectando a la salud de la personas".
"No se trata de poner aranceles ni fronteras", añadió Casas, sino que la reclamación del sector textil español es que los productos que lleguen al mercado estén hechos con la calidad y con las sustancias que en Europa son legales. EFECOM
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