Rayet privado de voto en próxima junta Eiffage reconsiderará su participación
Un responsable de Rayet indicó a Efe que la decisión hoy del Tribunal de Comercio de Nanterre de aplazar hasta el 6 de mayo, después de la asamblea de Eiffage, su veredicto sobre el contencioso que mantiene con esta empresa por la privación de los derechos de voto "nos hará reconsiderar nuestra posición".
El responsable precisó que tendrán que estudiar qué hacen con el 4,21% que tienen en Eiffage, y se quejó de que la fecha para el dictamen judicial "sigue atentando contra nuestros derechos", al significar que van a estar impedidos de votar por segundo año consecutivo en la junta.
Rayet fue privado, con otros 88 accionistas españoles de Eiffage, de sus derechos de voto por la mesa de la asamblea de la compañía francesa que se celebró el 18 de abril del pasado año con el argumento de que estaban de concierto con Sacyr, que es el primer accionista con el 33,2%.
Después de esa decisión de la mesa de la junta, Rayet presentó una demanda judicial contra la dirección de Eiffage para exigir su invalidación, como también lo hicieron Sacyr, Portival y otros seis accionistas españoles.
Hoy, el representante de Rayet recordó que para su grupo "Eiffage es una inversión estable, sobre la que no tenemos un ánimo especulativo", pero reconoció que el bajón de su cotización y la evolución judicial pueden cambiar ese interés.
En la audiencia ante el Tribunal de Comercio de Nanterre, en las afueras de París, el abogado de Rayet Philippe Lambert denunció que a su empresa la mesa de la asamblea la privó de derechos al acusarle de estar de concierto con Sacyr y otros 88 accionistas con el único argumento de su nacionalidad española.
Un segundo letrado, Guillaume Kuperfils, negó que hubiera "intención de actuar en común" con esos otros accionistas españoles, e insistió en que "no hay ningún vínculo de capital o de personas entre Rayet y Sacyr".
A ese respecto, Lambert recordó que la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) determinó el pasado mes de junio que había seis de ellos que estaban de concierto con Sacyr, "pero no con el grupo Rayet", que nunca escondió sus compras de títulos de Eiffage, y que si entró en su capital fue por su estrategia de diversificación.
Eiffage, sin embargo, por boca de su abogada Sylvie Moravia, subrayó que en las explicaciones "confusas" e "incoherentes" que Rayet ha dado sobre su entrada en el grupo francés se ha contradicho "constantemente", y aseguró que en la junta del pasado año iba a votar junto a Sacyr, con el que reiteró que estaba concertado.
Para demostrarlo, Moravia aludió en particular a varios artículos de la prensa económica española que aludían, citando fuentes próximas a Rayet, a que este grupo iba a ayudar a Sacyr a tomar el control de Eiffage, y apostilló que al margen de esa intención, la inversión que había hecho "no fue razonable".
Lambert le replicó que "no me puede decir que porque hicimos una mala inversión estábamos de concierto" con Sacyr.
Otro de los defensores de Eiffage, Jean-Pierre Martel, argumentó que la estrategia de Sacyr fue comprar acciones de Eiffage hasta el límite a partir del cual hubiera tenido que lanzar una opa (el 33,3%) y que una vez que lo alcanzó, adquirieron títulos por él Rayet, y luego Portival con otros españoles, que en la práctica actuaban de testaferros.
Cuando todo ese bloque alcanzó el 51% que debía permitirles hacerse con el control de Eiffage, todo el proceso de compra se detuvo, añadió Martel, para el que ésa fue la acción de concierto que justificó la privación de derechos de voto por la mesa. EFECOM
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