Sarkozy anuncia un presupuesto trienal en otoño y compromiso con déficit cero
"Ahora todo está en marcha para un retorno al equilibrio de nuestras finanzas públicas", señaló Sarkozy en su discurso de felicitación del Año Nuevo a las fuerzas vivas, en el que denunció que los sucesivos ejecutivos han venido prometiendo desde hace 32 años "un presupuesto sin déficit".
Señaló que el próximo otoño, cuando se debía presentar el presupuesto para 2009, se hará con una programación trienal.
Criticó a los que le critican por ir muy rápido en las reformas y para ilustrarlo dijo que "si tuviéramos el nivel de gasto público de Alemania", serían 150.000 millones de euros menos para las finanzas públicas.
Sarkozy también cargó contra los que le reprochan que no ofrezca soluciones a los problemas del poder adquisitivo, principal preocupación de los franceses según las encuestas.
"Cuando algunos hacen creer a los franceses que sería posible distribuir poder adquisitivo enseguida, sin trabajo y sin reformas, reconozco la demagogia que tanto mal ha hecho a nuestro país desde hace tres decenios", argumentó.
El presidente conservador advirtió que "prometer más poder adquisitivo sin ninguna contrapartida" acarrearía un aumento de la fiscalidad y un incremento de la deuda pública.
"Sin trabajo no hay creación de riquezas, ni redistribución posible, ni poder adquisitivo", aseguró tras haber remachado el que había sido uno de sus principales lemas de campaña: "trabajar más para ganar más".
Insistió en que seguirá con las reformas porque ese es el mandato que recibió de los electores y porque "Francia no puede seguir eludiendo esos temas y hay que recuperar el tiempo perdido".
A propósito de reformas, el Diario Oficial ya ha publicado el decreto sobre el alargamiento hasta 40 años del periodo de cotización de los regímenes especiales que dan derecho a una pensión completa, para equipararse al del resto de asalariados.
Sarkozy se felicitó del acuerdo entre cuatro de los cinco grandes sindicatos y la patronal para reformar el mercado de trabajo porque "este éxito es un momento importante de nuestras relaciones sociales", ya que el último intento de negociación de este asunto entre los interlocutores sociales databa de 1984.
Sarkozy anunció que el acuerdo (apoyado por los sindicatos CFDT, FO, CFTC y CFE-CGC pero no por la CGT) se convertirá en proyecto de ley y dijo que quiere "su adopción lo más rápidamente posible" y anunció la apertura de otros temas a discusión de los interlocutores sociales, como sus reglas de representatividad.
En el tema de la inmigración, repitió su posición de que "no hay otra opción que controlar los flujos migratorios" para lograr una integración con éxito, defendió la fijación de cuotas como hacen otros países y su voluntad de "coordinar la política migratoria a nivel europeo". EFECOM
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