Empresas y finanzas

Los holandeses consideran traer la montaña a ellos



    UTRECHT, Países Bajos (Reuters) - Lo que comenzó como una broma sobre la creación de una montaña artificial en una Holanda totalmente llana, podría en realidad ser algo factible.

    Esto no era lo que el ciclista semiprofesional y periodista Thijs Zonneveld esperaba cuando publicó una columna en una popular página web de noticias holandesa el 5 de agosto, en la que con humor instaba a sus compatriotas a crear su propia montaña con pendientes alpinas, praderas y pueblos.

    "No era en serio, pero al día siguiente hubo tales respuestas serias de gente que había pensado en ello de verdad y calculado el tema que me hizo darme cuenta de que no era el único que había tenido esa idea", dijo Zonneveld.

    El terreno natural de mayor altura en Holanda es poco más que una colina en Vaalserberg, en la provincia de Limburg, en el sur del país, con una altitud de sólo 323 metros.

    Pero Zonneveld, de 30 años, sueña con una montaña artificial de 5 km de ancho y de entre 1 y 2 km de altura, que sobrepasaría el edificio más alto del mundo hecho por el hombre, el rascacielos Burj Khalifa de Dubái, de 828 metros.

    La idea de las montañas artificiales no es nueva.

    En 2009, un arquitecto alemán propuso levantar una montaña de 1.000 metros de altura en la ubicación del viejo aeropuerto Tempelhof de Berlín, pero se tuvo que conformar con una colina de 60 metros.

    Zonneveld aún tiene que resolver cómo se diseñaría y construiría la montaña holandesa, qué materiales se usarían, dónde se localizaría, y, básicamente, cuánto costaría. Declinó incluso hablar de una cifra aproximada.

    No obstante su petición ha resonado en las empresas holandesas, cuyas proezas en ingeniería les han permitido defender de las aguas las tierras situadas por debajo del nivel del mar y participar en hazañas como la construcción de islas artificiales en Dubái.

    El martes, grupos holandeses de ingeniería como Oranjewoud y Bartels, junto a organizaciones deportivas como las asociaciones holandesas de esquí, escalada y montañismo, se reunieron para estudiar los detalles.

    "El proyecto es factible y nosotros los holandeses tenemos mucha experiencia en mover suelo y tierra por los proyectos de reclamación de nuestra tierra. Sólo necesita conseguir una bola de nieve de apoyo", dijo el jefe de proyectos de Oranjewoud, Anthony van Dongen.

    Las estimaciones del coste van desde unos pocos de miles de millones de euros hasta los 200.000 millones de euros. Siempre y cuando el proyecto despegue, sería un impulso importante para el sector de la construcción holandés, que se ha visto afectado por una desaceleración de las propiedades.

    "Técnicamente esto se puede hacer y el espacio se puede encontrar. Los mayores obstáculos serían la financiación y los problemas medioambientales. Pero serían afrontados en los próximos meses por estas compañías", afirmó Zonneveld.

    Zonneveld dijo que ya había hablado con varios inversores que veían oportunidades comerciales en ofrecer deportes, centros de ocio, desarrollar inmuebles e incluso producir energías renovables levantando molinos de viento en la montaña.

    "Soy lo suficientemente realista para saber que llevaría mucho tiempo y que habrá que superar muchos obstáculos, tendrá que hacerse paso a paso. Pero este es el momento de hacerlo, estoy 100 por ciento confiado", concluyó Zonneveld.