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Los libios presionan el bastión de Gadafi; Trípoli revive



    TRÍPOLI/NAWFALIYA, Libia (Reuters) - Las fuerzas libias convergieron el lunes sobre Sirte, la localidad natal de Muamar el Gadafi, esperando sellar su revolución capturando uno de los últimos bastiones de un líder caído pero quizás aún peligroso.

    El paradero de Gadafi ha sido un misterio desde que Trípoli cayó ante sus enemigos, y su régimen colapsó la semana pasada tras 42 años en el poder.

    Los habitantes de la capital, afectados por escasez de comida, combustible y agua, se aventuraron a salir para comprar antes de la fiesta del Eid al Firt, que pone fin al Ramadán, el mes del ayuno musulmán.

    "Gracias a dios este Eid tiene un sabor especial. Este Eid tenemos libertad", dijo Adel Kashad, de 47 años, un especialista de informática en una firma petrolera que estaba en un mercado de verduras. "Libia tiene un nuevo amanecer".

    En Trípoli se oían disparos ocasionales mientras los residentes retomaban sus vidas en medio del hedor de la basura quemada, y las agencias humanitarias registraron una recuperación de los servicios médicos y de otra índole.

    Sin embargo, el regocijo por la caída de Gadafi no es universal.

    "Vosotros los medios no decís la verdad, sois todos traidores, espías", gritó un enfurecido taxista en un barrio leal a Gadafi, sin preocuparse porque cerca hubiera combatientes contrarios al régimen.

    Los bastiones de Gadafi en Sirte y algunas localidades al sur, en las profundidades del desierto, siguen siendo un desafío para los nuevos gobernantes de Libia, que han prometido tomarlas por la fuerza si fallan las negociaciones.

    Mustafa Abdel Jalil, presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), pidió a la OTAN que mantenga su campaña de ataques aéreos, iniciada hace cinco meses y que ha proporcionado una potencia de fuego esencial para los mal equipados rebeldes que se levantaron en febrero contra Gadafi.

    "Pido la protección continuada de la OTAN y sus aliados contra este tirano", dijo en Qatar, un estado diminuto pero adinerado del golfo Pérsico que ha respaldado la revuelta. "Aún es una amenaza, no sólo para los libios sino para el mundo entero".

    Abdel Jalil hizo esas declaraciones en una reunión de los ministros de Defensa de países que apoyaron el movimiento anti Gadafi.

    - Gráfico en inglés sobre los líderes rebeldes: http://link.reuters.com/quz33s

    - Gráficos en inglés sobre Libia y Oriente Próximo: http://r.reuters.com/nym77r

    Un comandante de la OTAN prometió mantener la misión de la alianza al menos hasta que expire su mandato interno el 27 de septiembre.

    "Creemos que el régimen de Gadafi está cerca del colapso, y estamos comprometidos a completar la operación hasta su conclusión", indicó el almirante estadounidense Samuel Locklear, que dirige el Mando Conjunto de Operaciones de la OTAN, en una rueda de prensa en la capital catarí, Doha.

    El domingo, los aviones militares de la OTAN golpearon por tercera vez Sirte, en la costa mediterránea, según un portavoz de la alianza en Bruselas. Reino Unido señaló que su aviación también había atacado artillería disparada por tropas de Gadafi cerca de Sidra, al oeste de la localidad petrolera de Ras Lanuf.

    APOYO TRIBAL

    Tanto si Gadafi planta una última batalla en Sirte como si no, la ciudad es un objetivo estratégico y simbólico para los nuevos gobernantes de Libia, mientras estrechan su control sobre el vasto país norteafricano.

    El CNT ha ofrecido una amnistía y una recompensa de 1,3 millones de dólares para cualquiera que mate o capture a Gadafi.

    Sus fuerzas han avanzado hacia Sirte desde el este y el oeste, mientras prosiguen los contactos en busca de su rendición.

    "El frente está a 30 kilómetros de Sirte. Creemos que la situación en Sirte se resolverá de forma pacífica, Dios mediante", indicó Jamal Tunally, comandante en Misrata, al oeste.

    "Ahora sólo necesitamos encontrar a Gadafi. Creo que sigue escondiéndose debajo de Bab al Aziziya como una rata", dijo refiriéndose al complejo de Gadafi en Trípoli, que fue tomado el pasado martes.

    Al sur, en el desierto, también aguantan algunos leales a Gadafi. El jefe militar del CNT, Suleimán al Obeidi, dijo que los comandante pro Gadafi en la ciudad de Sabha habían estado en contacto. Pero un portavoz del CNT, Mahmud Shaman, dijo que habrá negociaciones con "asesinos y ejecutores".

    Preocupados por preservar su imagen ante el mundo y heridos por las noticias sobre el hallazgo de leales a Gadafi muertos con las manos atadas a la espalda, los líderes del CNT enviaron un mensaje de texto instando a sus seguidores a no maltratar a los prisioneros.

    Por su parte, el coronel Ahmed Bani, portavoz militar del CNT, señaló que unos 40.000 detenidos por las tropas de Gadafi siguen desaparecidos, y que algunos podrían seguir en búnkeres subterráneos en Trípoli.

    La Brigada Jamis, una unidad militar dirigida y bautizada por uno de los hijos de Gadafi, parece haber matado la semana pasada a docenas de detenidos en un almacén en un barrio cercano a la base militar de Yarmuk, al sur de Trípoli, según el organismo con sede en Nueva York Human Rights Watch.