Empresas y finanzas

Países UE rechazan la nueva propuesta que flexibiliza la reforma del vino



    Bruselas, 17 dic (EFECOM).- Los ministros de Agricultura de la UE seguirán esta noche y mañana las negociaciones para reformar el sector del vino, tras recibir una propuesta que incluye concesiones, algunas relacionadas con las ayudas que pedía España, pero que no convencen lo suficiente a los países como para cerrar un acuerdo.

    El Consejo de Agricultura ha comenzado hoy una reunión decisiva para pactar la reforma vitivinícola, discutiendo una nueva oferta de la Comisión Europea (CE) y la presidencia portuguesa de turno de la UE que flexibiliza las propuestas iniciales, sobre todo al hablar de los apoyos al sector.

    Sin embargo, una mayoría de países ha pedido más mejoras, por lo que esta tarde habrá reuniones trilaterales de cada ministro con la presidencia y la CE con el objetivo de acercar posturas; el Consejo volverá a retomar las discusiones sobre el vino mañana por la tarde.

    Para España, la nueva propuesta de compromiso responde a la mayor parte de sus peticiones y facilita que los Veintisiete consigan pactar la reforma, aunque aún debe "perfeccionarse", según la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.

    Entre las novedades, destaca la posibilidad de un pago directo por hectárea o superficie otorgado a los viticultores (al igual que se aplica en otros sectores agrícolas), que distribuirían los Gobiernos según su criterio.

    Además, la CE y la presidencia amplían el tipo de apoyos que los países podrán dar al sector a través de los llamados "sobres nacionales" o asignaciones que los Gobiernos distribuyen según su criterio.

    La reforma de la OCM mantiene el presupuesto (1.268 millones de euros para la UE) pero cambia la forma de repartirlo.

    Estos serían los aspectos en los que para España, habría un avance, ya que permitirían que los viticultores fueran compensados por la reforma y por la supresión de otros apoyos como el de la destilación para alcohol de uso de boca (usado en el brandy), según la ministra.

    Sin embargo, la CE y la presidencia han propuesto mantener durante tres años más la llamada destilación de crisis, que en principio quería suprimir Bruselas, pero no han hecho una referencia explícita a la continuidad de la destilación destinada a alcohol de uso de boca.

    Asimismo, el texto nuevo apunta la continuidad de las ayudas al mosto, pero para ello señala que habría que contar con una partida extra de 132 millones de euros, con lo cual se recortarían las asignaciones nacionales.

    España no está de acuerdo con que haya cesiones hacia otros productores (destilación de crisis en el caso de Francia), mosto (Italia) y que en el texto no haya referencia al alcohol de uso de boca, demanda exclusivamente española.

    Para España, la alusión a las ayudas al mosto en la dirección de Italia es "asimétrica", según fuentes comunitarias.

    Un grupo de países (Estonia, Malta, Eslovaquia, Holanda y Dinamarca) han criticado el impacto presupuestario de estas concesiones, mientras que Italia y Francia han pedido ampliarlas más.

    El proyecto nuevo reduce los planes de arranque voluntario de viñas a tres años y fija un objetivo de 175.000 hectáreas de viñedo, frente a los cinco años y a las 200.000 hectáreas inicialmente previstos.

    Asimismo, la presidencia y la CE proponen que los derechos de plantación que restringen el cultivo de viñas acaben al final de 2013, pero ofrecen que puedan continuar "a nivel regional" hasta el final de 2015.

    España defiende que se recoja la posibilidad de que las denominaciones de origen puedan seguir regulando las plantaciones de viñedo; Francia, Rumanía, Alemania, Austria, Luxemburgo y Grecia han pedido atrasar aún más la liberalización de las viñas.

    La CE y la presidencia han ofrecido permitir el añadido de azúcar al vino en las regiones donde es habitual esta práctica, lo que supone una cesión a los países del norte, aunque deberán mencionar ese método en su etiquetado; Bruselas planteó inicialmente prohibir dicha técnica.

    Esta exigencia de etiquetado ha irritado a un grupo de 12 países, encabezado por Alemania, que lo ve discriminatorio.

    Dentro de las asignaciones nacionales, los países del Este y centro de la UE que se incorporaron desde 2004 han criticado que a la hora de repartirlas se tenga en cuenta el criterio histórico, que beneficia a España, primer receptor de los fondos de la OCM.EFECOM

    ms/prb