¿Tabaco por un euro? Bruselas lanzará un plan contra los cigarrillos para liar

Entre enero y septiembre de este año lo ha hecho más de un 16% en relación con el mismo periodo de 2006, frente al 1,4% que se han incrementado las ventas del tabaco tradicional. Pero, ¿cuál es la razón? Al margen de gustos, al soportar una carga fiscal mucho menor a la de la cajetilla de tabaco normal, resulta mucho más económico que el resto.

Otra vez tabaco barato

Y eso es algo que no ha pasado desapercibido para las tabacaleras. Tras el fuerte crecimiento experimentado el año pasado por marcas baratas como Elyxir, Ducados Rubio, Excite o JPS, que obligaron al Gobierno a fijar el pasado enero un impuesto mínimo sobre los cigarrillos, las empresas han encontrado ahora un nuevo resquicio legal para atraer a los fumadores.

Salvo la norteamericana Philip Morris, la dueña de Marlboro, todas las demás han desembarcado ya en este mercado. Así, aunque las marcas más vendidas siguen siendo Golden Virgina, Durm o Samson, ahora usted podrá también encontrar enseñas como Fortuna o Lucky Strike. La cuestión es que mientras que la cajetilla de 20 cigarrillos de estas dos últimas marcas se vende por ejemplo a 2,40 euros, en el estanco se puede encontrar una bolsa para liar de una cantidad semejante por un euro en el caso de Fortuna y 1,50 euros en el de Lucky Strike.

El pasado 30 de marzo, el húngaro Lázsló Kovács, comisario europeo de Fiscalidad y Unión Aduanera, dio ya el primer paso al anunciar que presentaría a finales de año una propuesta sobre las disposiciones legislativas y reglamentarias relativas a la fiscalidad del tabaco. "A la vista de las discusiones recientes con las empresas concernidas y los Estados de la Unión Europea, parece imponerse la necesidad de una modernización y una simplificación", aseguró el comisario.

Demasiada diferencia de precio

Ese mismo día, la Comisión Europea explicó en un comunicado de prensa que las directivas sobre los impuestos especiales del tabaco le imponen la obligación de hacer cada cuatro años un balance sobre el buen funcionamiento del mercado único y el nivel de la fiscalidad del tabaco. Entre otras cosas, Bruselas está estudiando subir los impuestos del tabaco de liar para evitar que se convierta en el refugio de los fumadores que intentan evitar las cargas sobre los cigarrillos, más elevadas.

Aunque la Comisión Europea entiende que es lógica una diferencia de precio, su objetivo es reducirla lo más posible para que el tabaco para liar valga alrededor de dos tercios del normal, pero nunca menos.

Actualmente, los cigarrillos están gravados con un tipo proporcional del 57% más otro específico de 8,20 euros por cada mil cigarrillos, además del IVA, con lo que dependiendo del precio la cajetilla soporta una fiscalidad total de entre el 76 y el 78% de su precio. La carga fiscal de la picadura para liar, en cambio, y se descuenta el IVA, es de sólo el 41,5%.

Una ley más dura

Al margen del tabaco para liar, Bruselas ha pedido además a España que endurezca la legislación contra el consumo de cigarrillos. Según un informe reciente elaborado por la Comisión, nuestro país es el octavo de la Unión Europea que más contamina a los ciudadanos y al medio ambiente con monóxido de carbono (CO) por el consumo de tabaco y, en cambio, ocupamos el puesto 12 entre los Veintisiete en cuanto a la efectividad y calidad de nuestra ley antitabaco, y nos situamos en la posición 17 en cuanto al precio de las cajetillas.

La pelota está ahora en el tejado de los ministerios de Sanidad y Economía, que tienen que decidir si suben o no el precio de los cigarrillos.