Las fuerzas de Gadafi bombardean y entran en Adjabiya
Los rebeldes se ocultaron en los callejones para evitar el fuego constante de artillería, cohetes y armas de bajo calibre parecían estar perdiendo el control de la ciudad, que es la puerta de entrada hacia el bastión rebelde de Bengasi, situado a 150 kilómetros hacia el norte en la costa del Mediterráneo.
Ajdabiya ha sido la punta de lanza del ataque insurgente sobre el puerto de Brega, situado más al oeste, y su pérdida sería un grave revés.
Los rebeldes dijeron que las fuerzas de Gadafi mataron al menos a cuatro combatientes en el segundo día de combates en Ajdabiya.
"Vi a los cuatro esta mañana. Sus gargantas estaban cortadas y todos recibieron disparos en el pecho y fueron tirados por la carretera. Su vehículo también estaba lleno de marcas de bala", dijo un rebelde, Mohammed Saad, en un puesto de control en la parte oriental de Ajdabiya.
El insurgente Hassan Bosayna señaló que ocho soldados de Gadafi y cuatro rebeldes perdieron la vida en los combates del sábado, y que uno de ellos recibió un disparo en la frente por un francotirador.
Otro rebelde, Muftah, declaró: "Hay fuerzas de Gadafi dentro de Ajdabiya y sabemos que también hay francotiradores de civil en la ciudad".
La artillería gubernamental bombardeó las entradas occidentales durante la mañana y dos cohetes cayeron en el centro a mediodía. Hubo pequeños tiroteos. Las calles estaban desérticas mientras los insurgentes custodiaban varios cruces y circulaban en camionetas.
Los rebeldes, en su mayoría sin entrenamiento, han intentado reorganizarse y reequiparse, pero no han podido mantener el terreno ganado la semana pasada ante las fuerzas mejor armadas de Gadafi durante los combates por el control de Brega.
-- Gráficos de Libia: http://link.reuters.com/neg68r
-- Gráficos interactivos: http://link.reuters.com/puk87r
MISION DE PAZ DE LA UA
Una delegación de alto nivel de la Unión Africana, liderada por el presidente sudafricano Jacob Zuma, tenía previsto llegar el domingo a Trípoli para unas negociaciones de paz entre ambos bandos. Responsables sudafricanos afirmaron que la delegación, en la que también había dirigentes de Mauritania, Mali, Congo y Uganda, se reuniría con líderes rebeldes en Bengasi tras conversar con Gadafi.
Responsables occidentales han reconocido que su poderío aéreo no será suficiente para ayudar a los rebeldes a expulsar por la fuerza a Gadafi y ahora ponen el énfasis en una solución política. Pero un portavoz rebelde rechazó una solución negociada al conflicto, el más sangriento de una serie de revueltas a favor de la democracia que han sacudido al mundo árabe y que ya han derrocado a los presidentes de Túnez y Egipto.
Gadafi lleva 41 años en el poder.
"No hay otra solución que no sea una solución militar, porque el lenguaje de este dictador es la aniquilación, y la gente que habla ese idioma solo entiende ese idioma", afirmó el portavoz rebelde Ahmad Bani en la cadena Al Yazira.
Los analistas predicen un largo e intenso conflicto de bajo nivel que posiblemente llevará a una división entre el oeste y el este en el caótico país del norte de África.
Los combates por Ajdabiya se produce tras una serie de batallas campales el sábado, cuando los rebeldes lucharon contra un intenso asalto de las fuerzas del Gobierno sobre la sitiada ciudad de Misrata, la principal localidad en manos de los rebeldes en el oeste y bajo un duro asedio desde hace seis semanas.
Un insurgente dijo que 30 de sus combatientes murieron, pero otro dijo que se confirmó la muerte de otros ocho y que no existe seguridad sobre el estado de otros 10 rebeldes.
Los rebeldes en Misrata pidieron que la OTAN lanzara ataques más intensos contra las fuerzas de Gadafi.
La alianza confirmó un incremento en la frecuencia de los ataques y dijo que había destruido 17 tanques del Gobierno entre el viernes y el sábado, 15 cerca de Misrata y dos al sur de Brega.
Las fuerzas de Gadafi parecen empeñadas en capturar Misrata y su crucial puerto, que según algunos analistas es vital para la supervivencia del líder libio debido a que suministra combustible y alimentos a la capital, Trípoli.