Dimite el presidente de la London School of Economics por Libia
Howard Davies, ex vicegobernador del banco central británico que ha ocupado también varios puestos relevantes en el mundo de las finanzas, abandonó el cargo el jueves tras admitir que había dañado la reputación de la LSE.
Se trata de la primera figura británica de alto rango que pierde su empleo por sus vínculos comerciales con el país norteafricano, que está al borde de la guerra civil y a cuyo líder Reino Unido ha cortejado activamente.
Harry Woolf, ex juez de Inglaterra y Gales, supervisará varias transacciones entre la LSE y los libios, incluida la decisión de aceptar una donación de 1,5 millones de libras (1,72 millones de euros) de la Fundación Internacional para la Caridad y el Desarrollo de Gadafi.
El organismo está dirigido por el hijo de Gadafi Saif al-Islam, cuyo doctorado en 2008 en la LSE también está siendo investigado tras las acusaciones de plagio.
Davies dijo que pensaba que su marcha ayudaría a restablecer la reputación del LSE, una institución de la que han salido 16 premios Nobel.
"Creo que se recuperará más rápidamente si acepto la responsabilidad de dos errores de juicio, uno que di asesoramiento sobre la donación", dijo la Radio 4 de la BBC.
"Creí que era razonable aceptarla y creo que fue un mal asesoramiento", dijo.
Davies también reconoció que había errado al aceptar ser enviado económico no remunerado a Libia cuando el primer ministro Tony Blair estaba en el poder.
"No debería haber aceptado la invitación del Gobierno británico de ser enviado económico porque creo que confundió mi cargo personal y mi experiencia pasada en el sector financiero con mi papel de director de la escuela", añadió.
Blair ha sido repetidamente criticado por su voluntad de negociar con Gadafi una vez que el líder libio abandonó su programa de armas prohibidas en 2003.
Reino Unido ha negado que el deseo de contratos energéticos lucrativos desempeñara un papel en los atentados de Lockerbie, en los que murieron 270 personas.