EEUU insta de nuevo a Corea del Norte a cumplir sus obligaciones
Gates concluyó una visita de cinco días por el noreste de Asia con conversaciones en Seúl para discutir cómo responder a la "beligerancia" de Pyongyang, que el año pasado elevó las tensiones en la Península de Corea a su mayor nivel en décadas.
"Con respecto a los próximos pasos sobre Corea del Norte, es posible un compromiso diplomático, comenzando con un contacto directo entre la DPRK y el Sur", dijo a periodistas en Seúl, refiriéndose a Corea del Norte por sus siglas.
Washington dice que el diálogo entre Norte-Sur es un requisito para la reanudación de las conversaciones a seis bandas, que incluyen a las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia. Pyongyang se retiró de la negociación de ayuda a cambio de desarme en 2009, pronunciándolas muertas.
"Cuando (...) las acciones norcoreanas demuestren que hay motivos para creer en que las negociaciones pueden ser productivas y conducidas con buena fe, podríamos ver un reinicio de las conversaciones a seis bandas", agregó Gates.
Sin embargo, advirtió que la dirección norcoreana debe frenar sus "peligrosas provocaciones" y tomar medidas concretas para dar cuenta de que cumplirá con sus obligaciones internacionales.
El Norte ha pedido conversaciones casi a diario desde que comenzó el año, pero Gates ha demandado a Pyongyang que tenga gestos concretos para demostrar su compromiso con las negociaciones.
Seúl rechazó la apertura norcoreana como "falsa" y "propaganda" y reclamó un diálogo centrado en el hundimiento de uno de sus barcos en marzo, un ataque atribuido a Corea del Norte en el que murieron 46 marineros, y un bombardeo sobre una de sus islas en noviembre, que dejó cuatro muertos.
Corea del Norte se defendió diciendo que su ataque contra la isla de Yeonpyeong fue en represalia a un ejercicio militar surcoreano en aguas disputadas por ambos países y rechazó la acusación por el hundimiento del barco.
Tanto Washington como Seúl dicen que el Norte debe cumplir con sus promesas de desnuclearización y sostienen que su revelación de un programa de enriquecimiento de uranio -que le ofrece una ruta alternativa para crear una bomba nuclear- demuestra que no es sincero.