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A ritmo de 'buggy': Los coches especiales se adueñan de los campos de golf

    Uno de los modelos de MiniHummer <i>Foto: Archivo</i>


    A pesar de que cuatro de cada cinco jugadores declaran que prefieren caminar los 18 hoyos en vez de recorrerlos en un buggy, lo cierto es que, con las últimas propuestas de los fabricantes, la tentación de ponerse al volante de una de estos mini coches es cada vez mayor. Y cuando el sol de agosto aprieta a pie de tee, el encantamiento es ya irresistible.

    Siempre ha existido un pequeño tira y afloja entre los golfistas paseantes y los conductores. La página Walking Golf se creó para estimular que se realice el recorrido a pie, con argumentos como que es un deporte que desde los comienzos se ha jugado andando y que reúne múltiples beneficios para la salud.

    Pero también hay que escuchar a aquéllos que cogen un palo y una bola de golf por primera vez cuando les llega la jubilación o cuando la forma física impide caminar los más de seis kilómetros (eso suponiendo que no se visite el rough) tirando del carro y la bolsa.

    En países como los Estados Unidos ni siquiera es opcional: el green-fee incluye indefectiblemente el alquiler del buggy. Es lógico pensar que en un campo en el que la mayoría se desplaza sobre ruedas, un partido con jugadores a pie retrasaría bastante el juego al romper el ritmo de los que van a la zaga. Al margen de discusiones filosóficas, lo que prima aquí es el interés económico, pues el coche aumenta el caudal de partidas.

    Por lo general, el eléctrico tiene más aceptación (es más limpio y no hace ruido), aunque para recorridos con cuestas es más conveniente la potencia de la gasolina. Lo que gusta a todos es el GPS con el mapa del campo interactivo y la posibilidad de conocer el resultado del torneo en tiempo real.

    Además, los clubes de lujo incluyen el menú a la carta: el jugador envía su comanda desde el buggy cuando está cerca de la casa club y así llega a plato puesto. En el caso de que disponga de coche propio en las instalaciones del club (algo poco usual, aunque en absoluto desconocido), lo que no gane con su alquiler cubrirá el abono por la plaza de aparcamiento.

    Modelos

    El viejo buggy ha muerto... ¡Vivan el diseño y el estilo en el campo de golf! Si tuvimos que acostumbrarnos a ver por las calles de las ciudades un coche militar como es el Hummer, ahora llega al campo de golf dispuesto a dejar boquiabiertos a más de uno.

    El MiniHummer

    Página web Tel. 916 63 13 80)

    Así es como se llama este hermano pequeño. Presenta el H1, H2, H3 y The Roadster. Ya no se trata sólo de un instrumento para llevar los palos sin fatiga; ahora hablamos de un artículo de lujo con equipo de música, nevera, varias plazas o volante a medida, a un precio entre los 11.000 y los 28.500 euros. Además, en todos ellos es muy sencillo modificar el límite de velocidad o prácticamente cualquier otra prestación del coche.

    Dilixi-EV

    Página web Tel. 932 72 43 03

    Es otra de las firmas encargadas de aportar innovación y colorido al sector. Sus modelos Pilos y Auriga, desde 6.000 euros, parecen más bien prototipos para desplazarnos por la superficie de Marte.

    Segway

    Página web. Tel. 972 57 11 03

    Es, quizá, el sistema de transporte personal más llamativo. Su modelo X2 Golf (6.795 euros) incluye una estructura para incorporar la bolsa de palos, así como un soporte en el manillar para tarjeta, bolas y tees, y como lleva al jugador erguido, la perspectiva de su juego es mucho mejor.

    Otros que también destacan por su originalidad son los triciclos eléctricos, que brindan mayor movilidad (su menor peso permite el paso por las calles), aunque en terrenos escarpados resultan difíciles de manejar.

    Tycentre

    Página web. Tel. 638 06 72 06

    Es también el vehículo favorito en la ciudad entre las personas con problemas de movilidad. Pero volviendo a las verdes praderas, con el GF-201 de esta marca china (1.200 euros) conseguiremos ahorrar energía para derrocharla en cada swing.