Empresas y finanzas

BHP convierte su oferta por Potash en hostil: la lucha por el control de la futura alimentación

  • Ofrece unos 30.000 millones de euros


La minera anglo australiana lo tiene claro: el desarrollo de las economías emergentes y el aumento de la población mundial harán que la actual producción agrícola se quede corta en un futuro no muy lejano. Y por ello apuesta decididamente por minerales como la potasa, capaces de incrementar el número de cosechas que puede producir un terreno al año.

La oferta hostil de BHP Billiton sobre la canadiense Potash no es más que uno de los primeros episodios por el control de la alimentación del futuro, ya que el suministro mundial de productos agrícolas dependerá del uso de los fertilizantes, que son la herramienta para multiplicar la producción.

Las proyecciones de Naciones Unidas estiman que, de seguir el ritmo actual, la población mundial podría alcanzar los 8.900 millones de habitantes en 2050. Y eso, unido a que las economías emergentes seguirán elevando su nivel de vida, supone que los fertilizantes verán multiplicada su demanda al convertirse en la piedra angular de la alimentación.

La potasa está considerada como uno de los minerales más importantes del futuro, ya que su empleo será clave para hacer frente a la creciente demanda mundial de grano y de alimento para el ganado. La progresión de la población mundial, el cambio del patrón alimentario en los países emergentes y el incremento en el consumo de carne son un desafío.

Además, las reservas globales de potasa son limitadas y Potash controla alrededor del 20% del suministro mundial. Como BHP también está presente en ese mercado, aunque como jugador pequeño, la adquisisicón de la compañía canadiense le daría el control del 30% del mercado mundial de potasa de inmediato.

Los obstáculos que debe superar BHP

Si la minera quiere ocupar un lugar de excepción en el futuro panorama agroalimentario tiene que resolver dos cuestiones fundamentales. La primera tiene que ver con el dinero y la segunda con la política y el orgullo nacional canadiense.

PotashCorp rechazó ayer la oferta de compra no solicitada de 130 dólares por acción alegando que el que "infravalora sustancialmente" a la compañía y que "no refleja ni el valor de nuestra posición de privilegio en una industria estrategicamente vital ni nuestras incomparables perspectivas de crecimiento".

Ante esta negativa, y a pesar de que las acciones de Potash se dispararon un 28% comiéndose ampliamente la prima del 16% ofrecida por BHP Billiton, la minera ha decidido pasar a la acción y convertir su acercamiento en una opa hostil manteniendo la mismas condiciones: 130 dólares por acción o, lo que es lo mismo, unos 30.000 millones de euros.

"Simplemente no esperábamos que se presentara alguien a robar la compañía", dijo ayer el presidente ejecutivo de Potash, Bill Doyle. "Son peces gordos y deben pagar precios de peces gordos", aseveró el ejecutivo, que evitó dar cifras concretas para comenzar una negociación.

Pero dinero al margen, y a la vista de que BHP tiene músculo suficiente para elevar su oferta sustancialmente, otro factor que enturbia la operación es Canada y sus circunstancias como país: el debate sobre el control de sus empresas y sus recursos naturales está más vivo que nunca.

De hecho, Canadá ha perdido parte de sus grandes compañías de recursos naturales y algunos de sus pesos pesados industriales en los últimos diez años, que han caído en manos de firmas de Estados Unidos, China o América del Sur. Por ejemplo, las principales minas canadienses de aluminio y níquel están controladas por la brasileña Vale y la suiza Xstrata, mientras que la mayor siderúrgica del país pertenece a United States Steel.

La demanda de materias primas ha sido el motor del crecimiento canadiense en los últimos años, y por eso existe cierta inquietud entre ciudadanos y gobernantes. De hecho, Canadá modificó en 2009 su legislación sobre las adquisiciones de empresas locales por parte de extranjeras y aumentó la vigilancia de las inversiones foráneas alegando el interés nacional.