Economía/Finanzas.- Fernández Ordóñez aconseja a la banca limitar la importancia del crédito hipotecario
Pronostica un cierto repunte de la morosidad no preocupante e incide en la necesidad de aumentar la formación financiera de los clientes
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, considera que las entidades financieras "habrán de ir limitando la importancia que en sus carteras crediticias ha tenido el sector inmobiliario en los últimos años, orientándose hacia otros ámbitos de actividad diferentes" cuando el mercado inmobiliario modere su actividad.
Por ello, Fernández Ordóñez, que cumple ahora once meses de mandato al frente del Banco de España, advierte en su discurso anual al Consejo de Gobierno de la institución de que cuando el marcado inmobiliario avance en la senda de mayor moderación las entidades "no sólo se enfrentarán a una cuestión de volumen, sino también de tipo de negocio".
El gobernador resalta que en 2006 las entidades han mantenido un "notable" crecimiento de su actividad bancaria, tanto en lo relativo a la concesión de financiación de empresas como también a los hogares, lo que explica la "muy favorable" evolución de sus resultados. "Sin embargo, si en el futuro la actividad se desacelera, podrían sufrir los márgenes de la cuenta de pérdidas y ganancias", señala.
"En ese caso, máxime en un sector tan competitivo como el bancario español, es fundamental que se cuente con estructuras de costes flexibles y capaces de adecuarse a nuevos escenarios", recomienda.
Según Fernández Ordóñez, en el diseño de estas estrategias cabe esperar que no se adopten "decisiones fáciles" en el corto plazo y con un potencial "muy negativo" en el medio. "Nunca se debe caer en la tentación de compensar la desaceleración de la demanda con una disminución en los estándares de calidad en la oferta de la financiación", subraya.
NO VE PARALELISMOS CON MERCADO SUBPRIME DE EE.UU.
Seguidamente, el gobernador rechaza cualquier posible paralelismo del mercado hipotecario español con el estadounidense, en particular en lo relativo a la financiación concedida a los segmentos de la población de una menor calidad crediticia, el denominado 'subprime'.
Así, aclara que en España, se se identificara como 'subprime' aquellas operaciones realizadas con individuos que en algún momento han incumplido con sus obligaciones crediticias, el conjunto de financiación hipotecaria con dichos individuos se sitúa en torno al 1,27% del total prestado, frente a niveles del 14% de las operaciones hipotecarias en EE.UU. Es decir, si en España existiera un segmento de negocio de este tipo, su tamaño sería "muy reducido".
Además, recuerda que los ratios de morosidad en el mercado hipotecario español están en niveles del 0,4%, frente al 4% en EE.UU., por lo que la información disponible para España no permite hablar de un mercado de este tipo.
En relación con la morosidad, constata que la ratio agregada del sector ha registrado una tendencia decreciente en 2006 y se mantiene en niveles "mínimos", a pesar del mayor crecimiento de los activos dudosos que se experimentó a lo largo del pasado ejercicio, fruto por del desfase con que se refleja su repunte con respecto al aumento del crédito y de que las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) obligan a reconocer con mayor celeridad e intensidad los activos dudosos.
NO HAY MOTIVO DE ALARMA SI SUBE LA MOROSIDAD.
A este respecto, reconoce que no queda "margen adicional" para mayores reducciones del ratio de morosidad, y asume que en un contexto de ralentización de crecimiento del crédito cabe pensar que dicho ratio tenderá a crecer, convergiendo a niveles que se podrían considerar como "más normales" en un contexto de este tipo, y similares a las vigentes en los países del entorno.
"En cualquier caso, un cierto repunte de la ratio de morosidad no debe considerarse, por sí solo, como un motivo de alarma, sino que ha de entenderse como uno más de los diferentes indicadores necesarios para evaluar la capacidad financiera de las entidades", indica.
El hecho de que las entidades se estén financiando apelando a recursos a medio plazo, fundamentalmente, y por lo tanto más estables que los que se podrían obtener en el mercado interbancario, es considerado como un aspecto "positivo" por Fernández Ordóñez.
Además, indica que en la medida en la que los mercados secundarios dispongan del grado de liquidez suficiente, las emisiones de financiaciones subordinadas o de participaciones preferentes pueden contribuir a una "mayor disciplina" de mercado. También, los procesos de titulización de activos permiten transferir parte de los riesgos hacia otros inversores, "lo que contribuye a su mejor gestión".
EVITAR MAS REGULACIONES EN PROXIMOS AÑOS.
Según el gobernador, el hecho de que España se haya incorporado al área de estabilidad de la zona euro ha permitido que las entidades hayan podido financiar un proceso expansivo como el que se ha vivido.
Así, tras abogar por permitir a las entidades españolas aprovechar las ventajas que el mercado financiero único presenta, limitando el "inevitable" coste de toda supervisión" y aplicando políticas prudenciales que incentiven una "correcta" gestión del riesgo, señala que todos los reguladores y supervisores europeos, incluida la Comisión Europea, coinciden en la necesidad de implantar las regulaciones aprobadas de una manera "profunda y seria", pero también en la conveniencia de evitar nuevas regulaciones en los próximos años.
MAYOR COOPERACION ENTRE SUPERVISORES EUROPEOS.
Asimismo, consciente de la creciente importancia que tiene el entorno europeo para las entidades financieras, "que impide pensar en términos estrictamente españoles", considera que todos los supervisores europeos deben redoblar los esfuerzos de colaboración mutua.
"Tenemos que pasar de la colaboración a la cooperación, y de esta a la acción conjunta y a la mutua confianza, si queremos ser capaces de supervisar adecuadamente un mercado financiero europeo con barreras nacionales crecientemente difusas", indica.
AUMENTAR LA FORMACION FINANCIERA AL CONSUMIDOR.
Por otro lado, Fernández Ordóñez llama la atención sobre el "desfase" existente entre unos mercados financieros "crecientemente sofisticados", que difunden el riesgo de manera "óptima", y unos consumidores con unos conocimientos financieros que no han evolucionado con la sofisticación del mercado "y que permanecen anclados en una cultura financiera muy elemental".
Tras constatar que dicho desfase, "lejos de cerrarse, se está ampliando", señala la necesidad de continuar los esfuerzos en materia de formación financiera del consumidor. "Los supervisores, junto con el resto de autoridades involucradas en la defensa del consumidor, debemos redoblar y, sobre todo, aunar esfuerzos en este ámbito, ya que unos clientes bancarios con una buena formación financiera constituyen un pilar imprescindible de un sistema financiero sólido, competitivo y estable", subraya.
Por último, resalta que a pesar de los retos a los que han de hacer frente las entidades españolas, 2006 ha servido "para intensificar su capacidad de resistencia", y destaca que los resultados obtenidos no sólo se han incrementado "notablemente", sino que también se han mostrado "sólidos".