Bolivia sigue adelante con su plan de nacionalización: en tres meses iniciará la recompra de petroleras
Entre las que Bolivia ha decidido comprar, total o parcialmente, en el marco de la nacionalización de la industria peetrolera, están Repsol-YPF, BP-Amoco, Shell y otras compañías.
Los próximos pasos de la nacionalización, que apunta principalmente a controlar el negocio de exportación de gas a Argentina y Brasil, fueron confirmados por el Gobierno de Evo Morales menos de una semana después del anuncio de un acuerdo para recomprar dos refinerías de la estatal brasileña Petrobras.
"Vamos a cumplir el decreto de nacionalización que dispone que YPFB asumirá la propiedad de al menos el 50 por ciento más una de las acciones de las empresas que se formaron en el pasado proceso de capitalización privada del sector", ha dicho el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
Sólo después de que estén hechas las valoraciones de las filiales, dentro de por lo menos tres meses, la petrolera estatal YPFB iniciará conversaciones formales para la compra de acciones que le den control de esas empresas, ha agregado.
Comienzan las negociaciones en tres meses
"Cuando tengamos el valor de las empresas, vamos a negociar", ha remarcado Villegas, dejando sin efecto un anuncio previo de que estas negociaciones comenzarían esta semana.
El ministro ha confirmado que el próximo objetivo del plan de nacionalización de empresas petroleras es la Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia (CLHB), propiedad de la firma alemana OilTanking y la peruana Graña y Montero.
La CLHB, formada a fines de la década pasada con activos de almacenamiento y transporte interno de YPFB, opera 19 terminales de almacenamiento de productos derivados de petróleo y seis poliductos con una longitud total de 1.500 kilómetros, según un informe de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos.
Los detalles del plan
Villegas ha precisado que el plan incluye la recompra de las empresas de exploración y producción Andina, controlada por Repsol-YPF ; y Chaco, que está en manos de BP-Amoco, del grupo anglo-estadounidense British Petroleum-Panamerican Energy.
La lista de empresas en el punto de mira del Gobierno es completada por la operadora de ductos Transredes, controlada parcialmente por la anglo-holandesa Royal Dutch Shell. YPFB tiene ya participaciones de poco menos del 50 por ciento en Andina, Chaco y Transredes.
Las refinerías, sin apuros
Ante consultas sobre la situación de las refinerías, Villegas ha dicho que siguen administradas por Petrobras en un régimen de transición que culminará cuando sea firmado el contrato de compraventa, pactado ya en 112 millones de dólares.
"Al anunciar el acuerdo con Petrobras la semana pasada hemos dado un plazo de 30 días para la elaboración y suscripción del contrato (...) y no vamos a presionar para que se acelere este proceso", ha afirmado al desmentir versiones de medios locales que dieron como "inminente" el cierre del negocio.
Petrobras compró las refinerías a YPFB en 104 millones de dólares, en 1999, en la culminación de un proceso de privatización del sector que el Gobierno de Morales está desmantelando gradualmente.
La producción de ambas refinerías, con una capacidad combinada de procesamiento de 40.000 barriles diarios, está destinada casi exclusivamente al mercado interno.
La recuperación de las refinerías fue definida por el Gobierno como el segundo capítulo de la nacionalización, decretada hace un año y consolidada este mes con la puesta en vigencia de nuevos contratos con las 10 trasnacionales que operan en el país.