Venta de Chrysler a Cerberus divide a líderes sindicales de EEUU y Canadá
Washington, 14 may (EFECOM).- Los dos principales sindicatos del Grupo Chrysler en Estados Unidos y Canadá expresaron hoy puntos de vista opuestos sobre la adquisición del fabricante de automóviles por el fondo de inversiones Cerberus por 7.400 millones de dólares.
Mientras que el presidente de la estadounidense United Auto Workers (UAW), Ron Gettelfinger, aprobó de forma absoluta la venta, su colega canadiense, Buzz Hargrove, líder de Canadian Auto Workers (CAW), dijo que el control de Cerberus le causa "gran preocupación" sobre el futuro de la empresa.
Hargrove dijo hoy en Toronto que CAW quiere por escrito el compromiso de que la nueva dirección del Grupo Chrysler no emprenderá nuevas reducciones de empleo además de las ya anunciadas por el fabricante.
El líder sindical hizo esta solicitud poco después de que el presidente y consejero delegado del Grupo Chrysler, Tom LaSorda, emitiese un comunicado en el que, entre otros puntos, afirmó que "no hay planeados nuevos recortes de plantilla, en relación con la transacción anunciada hoy".
Pero Hargrove hizo hincapié en que es la "primera vez que un grupo inversor privado" se ha hecho con el control de uno de los principales productores de automóviles y que "estos inversores" normalmente "hacen un montón de dinero para un pequeño grupo de inversores a costa de los trabajadores y sus familias".
La actitud de CAW contrasta con lo expresado por UAW y sus líderes.
El presidente de UAW dijo a través de un comunicado que tras una series de reuniones con los directivos de Chrysler y una "profunda revisión", "la transacción con Cerberus es lo mejor para nuestros afiliados, el Grupo Chrysler y Daimler".
"Estamos satisfechos de que la decisión ha sido hecha para que nuestros afiliados y gestores puedan concentrarse en el diseño, ingeniería y fabricación de los productos de mayor calidad para el futuro éxito del Grupo Chrysler", añadió el líder de UAW.
Las diferencias entre CAW y UAW pueden estar influidas por la posición adoptadas por sus dirigentes durante el proceso de venta del Grupo Chrysler.
En concreto, Hargrove apostó fuerte por la venta del grupo a las empresas canadienses Magna y Onex. Hargrove mantiene buenas relaciones personales con los dirigentes de las dos empresas, particularmente con el fundador del fabricante de componentes Magna, Frank Stronach.
En los últimos días varios medios de comunicación habían señalado que Magna tenía grandes posibilidades de hacerse con el Grupo Chrysler.
Al final ha sido Cerberus, uno de los mayores fondos de inversión de Estados Unidos -sus inversiones generar 60.000 millones de dólares anualmente- con sede en Nueva York que en los últimos años ha multiplicado su interés en el sector del automóvil.
En la actualidad Cerberus mantiene intereses en GMAC, el antiguo brazo financiero de General Motors dedicado a la concesión de hipotecas y préstamos, y Tower Automotive, un fabricante de componentes que se encuentra en suspensión de pagos.
Cerberus también formó parte del plan de rescate de Delphi tras comprometer más de 3.000 millones de dólares en el fabricante de componentes. Pero tras expresar su interés por el Grupo Chrysler, Cerberus señaló a Delphi que se retiraría de parte del acuerdo.
Cerberus contrató a Wolfgang Bernhard, consejero delegado del Grupo Chrysler entre el 2001 y el 2004, para preparar su oferta por el fabricante. Varios analistas han señalado que Bernhard podría ser el hombre encargado de dirigir la empresa tras la adquisición. EFECOM
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