Empresas y finanzas

Bañuelos, castigado por el mercado que le hizo rico



    María Vicente.

    Madrid, 12 may (EFECOM).- La pujanza del sector inmobiliario, que parecía imparable hasta hace un mes, ha gestado grandes fortunas en un corto espacio de tiempo y ha sacado del anonimato a empresarios que se codean ahora con lo más selecto del mundillo económico español.

    Uno de los casos más llamativos es el de Enrique Bañuelos, presidente de la inmobiliaria Astroc, prácticamente desconocido fuera del sector, a quien la revista Forbes encumbró hace un par de meses como el tercer hombre más rico de España, sólo por detrás del presidente de Inditex, Amancio Ortega, y del de Ferrovial, Rafael del Pino.

    Bañuelos, que se dio a conocer en Nueva York el año pasado al ofrecer una paella a 20.000 personas en Central Park, llegó a amasar una fortuna de 7.700 millones de dólares (5.695 millones de euros) pero, tras el desplome en Bolsa de las acciones del sector inmobiliario, ha perdido 1.700 millones de euros en menos de un mes.

    El objetivo de este empresario, que vive a caballo entre España y Nueva York, al sacar Astroc a Bolsa hace casi un año, era buscar "visibilidad y reconocimiento". Parece que lo ha conseguido.

    El pasado 18 de abril, los títulos de Astroc comenzaron a caer al inicio de la sesión bursátil, seguidos por los de otras inmobiliarias y constructoras, descenso que continuó días después hasta tocar suelo el día 24, para comenzar a recuperarse más tarde tímidamente.

    Según algunos analistas, la caída de la cotización de Astroc estuvo motivada por los rumores (luego desmentidos) sobre la posible salida de su capital de Amancio Ortega, además de por el desequilibrio generado en el parqué por la dimisión del presidente del supervisor bursátil, Manuel Conthe.

    A pesar de que Bañuelos negó con rotundidad tales especulaciones, no pudo explicar por qué la inmobiliaria se situó en su valoración más baja -15,95 euros- el ya conocido como "martes negro".

    Aparte de la ya anunciada salida de Rayet (que posee el 5,1 por ciento), ningún otro accionista de referencia como Amancio Ortega (5,01%) el grupo Nozar (8,5%) o la vicepresidenta de Abertis, Carmen Godia (5,228%), tenía pensado abandonar el grupo, tal y como asegura Bañuelos.

    El presidente de la inmobiliaria valenciana ha defendido la solidez y solvencia de su compañía, que cuenta con reservas de cinco millones de techos edificables, activos por valor de 4.200 millones de euros y una deuda neta de 1.750 millones de euros. Sin embargo, también ha reconocido que su cotización podría estar sobrevalorada.

    Pasado el martes del "crack" bursátil, las acciones de Astroc comenzaron a recuperarse, primero con ligeros incrementos y después con auges que han liderado las subidas de la Bolsa, pero que aún están lejos de situar su cotización en las anteriores posiciones.

    Estos cambios en el parqué han coincidido con movimientos accionariales llevados a cabo por el presidente de la inmobiliaria.

    Con el objetivo de mostrar su confianza en la compañía, Bañuelos ha ido adquiriendo paquetes accionariales para aumentar su presencia y controlar el 53,77 por ciento del capital.

    Asimismo, y con el fin de ganar liquidez para afrontar el pago de esta adquisición, ha vendido la totalidad de su participación en el Banco Sabadell (un seis por ciento, aproximadamente) por unos 600 millones de euros.

    Según los analistas, esta venta, motivada por la inestabilidad del capital de Astroc, era algo esperado en el sector y ha aportado seguridad a los accionistas que han apostado por la empresa.

    El patrimonio de Bañuelos, desde que comenzaron las caídas bruscas de Astroc, ha disminuido en unos 1.700 millones de euros, ya que las acciones de la compañía han pasado de valer 45,51 euros un día antes del desplome, a 17,24 euros al cierre de la sesión del viernes. EFECOM

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