Empresas y finanzas

Bolivia y Petrobras se dan un mes para cerrar contrato de venta refinerías



    La Paz, 11 may (EFECOM).- El Gobierno de Bolivia acordó con la petrolera brasileña Petrobras firmar como máximo en un mes el contrato de transferencia de las dos refinerías compradas por el Estado boliviano, informó hoy el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.

    El acuerdo para que Bolivia concrete la adquisición de las dos plantas que el presidente, Evo Morales, nacionalizó el año pasado, se alcanzó el jueves pasado por un precio de 112 millones de dólares.

    Según Villegas, los equipos jurídicos del Gobierno y de Petrobras comenzarán a trabajar de inmediato en la redacción del contrato, pero advirtió que los procedimientos pueden durar hasta un mes.

    "El primer acuerdo que tenemos con Petrobras es darnos el plazo de un mes para el contrato", dijo Villegas en rueda de prensa, al asegurar que el gobierno prefiere no precipitar la firma del documento porque necesita actuar con cautela en la revisión de los detalles y las condiciones estipuladas.

    "Alguien decía que en el detalle están los diablos. Preferimos ir con calma", apuntó el ministro.

    A la firma del contrato, Bolivia pagará el 50 por ciento del precio y el resto dos meses después con recursos que, de forma "transitoria", saldrán de las arcas de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

    YPFB usará el dinero recaudado por el cobro del tributo especial del 32 por ciento que pagaron la misma Petrobras, la hispano-argentina Repsol YPF y la franco-belga TotalFinaElf por el primer año de vigencia del decreto de nacionalización de hidrocarburos.

    Por esos pagos, YPFB ya ha recibido 250 millones de dólares, pero la suma subirá a 336 millones hasta agosto, cuando las empresas petroleras completen el abono de sus cuotas pendientes.

    No obstante, según el ministro Villegas, el dinero se devolverá a YPFB con los recursos que genere la venta del crudo reconstituido y gasolina producidos en las mismas refinerías, que supone ingresos de más de 70 millones de dólares anuales.

    Ese negocio salió de manos de Petrobras el pasado fin de semana por un decreto del presidente Morales, que transfirió la operación a la petrolera estatal y que causó la precipitación de las negociaciones para la venta de esas instalaciones al Estado boliviano.

    Villegas reveló que, en determinado momento, el gobierno evaluó la posibilidad de comprar dos refinerías nuevas, pero quedó disuadido porque el precio era de 637 millones de dólares y se necesitaban hasta cinco años para tenerlas en funcionamiento.

    "No había otra (forma) que inclinarnos por la compra de las refinerías Guillermo Elder de Santa Cruz y Gualberto Villarroel de Cochabamba, porque el precio era mucho más conveniente", dijo Villegas.

    Según el presidente Morales, durante las negociaciones Petrobras bajó sus pretensiones de 200 millones a 153, luego a 135 millones y finalmente a los 112 millones acordados.

    El gobierno enfocará ahora su trabajo hacia el control de la Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia (CLHB), participada por capitales peruanos y alemanes; de Chaco (British Petroleum), Andina (Repsol YPF), y de Transredes (Shell y Ashmore), en ese orden.

    Todas esas empresas también fueron nacionalizadas por Morales, pero hasta ahora las negociaciones no han dado frutos.

    En esas empresas, Bolivia pretende controlar el 51 por ciento de las acciones, lo mismo que buscaba con las refinerías de Petrobras, que sin embargo terminó comprando totalmente.

    Tras su salida del negocio de refino en Bolivia, Petrobras se mantiene en Bolivia como productora en los principales campos de gas y petróleo, controla el gasoducto de exportación a Brasil y es socia de otro interno, y además se plantea entrar en el sector petroquímico en un proyecto de la brasileña Braskem. EFECOM

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