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Francia y Alemania acuerdan un plan de ayuda a Grecia



    BRUSELAS (Reuters) - Francia y Alemania han alcanzado un acuerdo para ayudar a Grecia a financiar su elevado déficit con un plan en el que participarán los estados miembros de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo el jueves el Palacio del Eliseo en París.

    Prácticamente al mismo tiempo una fuente oficial del Gobierno alemán confirmó que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, habían acordado una posición conjunta de cara a la cumbre de la UE, que corría el riesgo de atascarse con los desacuerdos sobre qué hacer con Grecia.

    Un responsable del Gobierno francés dijo que el acuerdo con Merkel abría el camino para préstamos bilaterales dentro del marco de la Unión Europea junto con préstamos del FMI.

    La crisis de deuda griega ha sacudido la credibilidad en las 16 naciones del euro y sus dirigentes están bajo una intensa presión para desarrollar un sistema de ayuda que podría tranquilizar a los nerviosos mercados y detener la irrefrenable alza en los costos de endeudamiento del país helénico.

    Antes de la reunión del Consejo Europeo en Bruselas, Merkel afirmó en el Parlamento alemán de que no estaba en contra de dar ayuda a Grecia "como un último recurso", pero dejó en claro que cualquier acuerdo tenía que llevarse a cabo bajo las estrictas condiciones de Alemania e incluir al Fondo Monetario Internacional.

    Algunos miembros de la zona euro y el Banco Central Europeo (BCE) se han opuesto a que el FMI intervenga, ya que temen que esa medida demostraría que la unión monetaria es incapaz de resolver por sí mismo su crisis más profunda en 11 años de existencia.

    El primer ministro helénico, Georgios Papandreu, dijo a la prensa en Bruselas que su país seguiría adelante con sus dolorosas medidas de austeridad para acotar su gigantesco déficit fiscal, cueste lo que cueste.

    Antes del discurso de Merkel, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dio buenas noticias a Atenas, al anunciar que extenderán hasta 2011 el umbral mínimo de calidad de activos aceptados como garantía en las operaciones de liquidez, aunque vencían a fines de este año.

    Grecia estaba en riesgo de que sus bonos fueran rechazados como colaterales cuando expiraran estas normas del BCE, por lo que podía afrontar una nueva crisis de liquidez.

    Atenas, que reveló un enorme déficit fiscal en octubre, disparando los rendimientos de sus bonos, dice que necesita sólo un paquete de ayuda contingente para calmar a los nerviosos mercados financieros y que puede arreglárselas sin tener que recurrir al dinero que se aparte para ello.