EADS busca una alianza con L-3 para participar en la puja de los tanqueros
- Ya ha mantenido contactos con el gigante europeo
EADS se ha tomado en serio su segunda oportunidad en el megacontrato de los aviones cisterna de Estados Unidos tras la retirada de la primera oferta conjunta con Northrop Grumman como socio.
Tras el guiño que el Pentágono lanzó esta semana al gigante europeo, diciendo que no vería con malos ojos que se reenganchara al concurso, la compañía presidida por Louis Gallois continúa las gestiones para encontrar un nuevo socio solvente y la empresa norteamericana L-3 Communications se perfila como el compañero de viaje ideal en una licitación valorada en 40.000 millones de dólares (aproximadamente 30.000 millones de euros) que incluye la entrega de 179 tanqueros.
Fuentes conocedoras del proceso explican a elEconomista que "ya ha habido alguna reunión con la empresa" y Airbus Military, la filial de aviones de transporte militar de EADS, "valora muy seriamente su elección como socia principal".
Prestigio en el Pentágono
L-3 Communications es una empresa con una gran diversidad de negocio, pero una de sus grandes especialidades son las comunicaciones en la aviación. Precisamente, el gigante aeronáutico europeo todavía recuerda con amargura cómo perdió el contrato norteamericano del Joint Cargo Aircraft (JCA), un avión de transporte militar que fue encargado a un consorcio liderado por la propia L-3 Communications, Alenia North America (del grupo italiano Finmeccanica) y Boeing. El ganador fue el C27-J.
Si EADS se presenta al concurso en colaboración con L-3 Communications, la idea del grupo europeo es fabricar el avión (ya tienen el modelo A330 MRTT) y adaptarlo a las capacidades para poder abastecer en el aire a los cazabombarderos y otros aviones más pequeños, como ya hacía con Northrop Grumman.
La compañía norteamericana, por su parte, aportaría labores en aviónica (electrónica del avión). El Pentágono siempre confía esta información, bastante delicada y prácticamente secreta, a empresas de su confianza y, lógicamente, si son norteamericanas tienen más posibilidades de contar con el beneplácito del Departamento de Defensa.
Northrop Grumman, fuera del concurso
La gran ventaja de L-3 Communications sobre otros candidatos que se han barajado como Lockheed Martin y Raytheon es que su negocio no depende tanto de los contratos multimillonarios que todos los años ofrece el Pentágono a la industria de Defensa norteamericana. Aunque es uno de los diez primeros contratistas del Departamento de Defensa, de los 15.615 millones de dólares (aproximadamente 11.552 millones de euros), que ingresó en el último ejercicio, su negocio está diversificado en otras áreas que lidera y en las que no teme posibles represalias.
Y ésta podría haber sido una de las razones por las que Northrop Grumman se ha retirado del concurso. El gigante norteamericano tiene otras grandes licitaciones, además del concurso de los tanqueros, y enfrentarse con el Departamento de Defensa por poner unas condiciones de licitación favorables a Boeing, el rival de EADS en este contrato, podría perjudicarle en otras futuras operaciones. Por esa misma razón, Lockheed Martin y Raytheon estarían condicionados si acompañan a la empresa europea en su intento por ganar el concurso norteamericano.
Este periódico se puso ayer en contacto con un portavoz oficial de Airbus Military y no hizo comentarios sobre la posibilidad de que la empresa norteamericana vaya de la mano de la europea a la licitación.
Otras fuentes de la compañía propietaria de Airbus aseguran que en las próximas semanas Domingo Ureña, el presidente de Airbus Military, viajará a Estados Unidos, aunque no confirmaron que sea para hablar con la dirección de L-3 Communications.