Empresas y finanzas

La producción de automóviles en España caerá un 4,1% en tres años



    Madrid, 13 abr (EFECOM).- La producción de automóviles en España caerá un 4,1% en los próximos tres años y pasará de los 2.561.136 vehículos previstos para este año a los 2.454.377 de unidades fabricadas en el 2010, lo que representará 107.000 automóviles menos.

    Un estudio hecho por la consultora Pricewaterhouse Coopers y Autofacts Automotive Institute indica que en los próximos cinco años España descenderá un puesto en el ránking de productores mundiales de vehículos, en favor de Canadá seguido de Brasil.

    Actualmente la industria automovilística española se sitúa en el sexto lugar del mundo mientras que en Europa, España es el tercer país fabricante de automóviles.

    Sin embargo en el 2005 se produjo un descenso del 8,6% en la producción de vehículos respecto al año 2004 con 2.752.500 frente a 3.012.174 de unidades.

    La tendencia alcista entre 1999 y 2004 sufrió un año después la peor caída en trece años afectando este descenso al segmento de turismos que cayó hasta un 12,78% en el 2005 y que tiene un peso sobre la producción automovilística global en torno al 75%.

    Además las marcas líderes en España, que son las que tienen presencia fabril (Renault, Seat, Opel, Volkswagen, Ford, Peugeot y Citroen) han sido las más afectadas por este descenso con un retroceso medio en trece años del 8,6%, según fuentes de Anfac (Asociación Nacional de fabricantes de Automóviles).

    El estudio de la consultora Pricewaterhouse Coopers considera que uno de los factores que explican esta caída es la coincidencia de que varios modelos de coches que se fabrican en factorías españolas han llegado a la etapa final de su ciclo de vida y es necesario renovar los modelos.

    Por ello la reciente adjudicación de nuevos modelos como el Opel Meriva en Figueruelas, el Renault Clio en Valladolid, el Peugeot 207 en Villaverde, el Nissan Cabstar en Avila y el Nissan Pathfinder en Navarra y en Barcelona, supondrán un aumento de la inversión.

    Aún con todo la fuerte competitividad de mercados emergentes en Asia y Pacífico supone otro factor en contra para los constructores españoles.

    Las previsiones son que Asia-Pacífico concentre en cinco años el 45% de la producción mundial de automóviles y sólo China represente el 30%.

    Por otra parte, la industria de automoción española también ha sufrido un descenso de sus exportaciones en casi un 9,5% en favor de vehículos fabricados en Europa del Este y en Asia, por lo que la clave para mejorar la competitividad, según este estudio, está en una mayor inversión en innovación para crear productos propios e incorporar nueva tecnología al mercado.

    Otra recomendación es que las empresas diversifiquen sus estrategias de crecimiento. En este sentido, la industria española de fabricantes de equipos y componentes de automoción es partidaria de acompañar a los constructores de vehículos en sus procesos de internacionalización.

    El presidente de Sernauto (patronal del sector de componentes en España), José María Pujol, se muestra a favor de que la industria de equipos de automoción "ayude a tirar del tren que encabezan los fabricantes de automóviles".

    "Los fabricantes de los automóviles representan la máquina de un tren y los vagones son las empresas de componentes. Si esa máquina va desorientada se ofrece un mal futuro para la industria de componentes", apunta Pujol.

    Según el máximo dirigente de Sernauto "la industria del sector del automóvil en España se apoya en el sector de los recambios" y este mercado debe adaptarse también a los retos de los nuevos tiempos.

    La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos (Anfac), señala también una serie de medidas para garantizar la competitividad del sector y piden mayores ayudas y deducciones fiscales para aumentar las inversiones en I+D+i.

    También solicitan la contención de los costes energéticos, que representan el 1,5% del valor final del vehículo y el 4% del valor añadido en los procesos productivos, y una reducción de la presión fiscal que soportan así como una mejora de las infraestructuras y de la logística de suministro y de distribución. EFECOM

    rdm/mdo