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Porcentaje mujeres trabajadoras con sueldo sube 11,6 por ciento en diez años



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    Ginebra, 7 mar (EFECOM).- Casi 48 de cada 100 mujeres que trabajan en el mundo lo hacen a cambio de un sueldo, una proporción que ha aumentado el 11,6 por ciento en los últimos diez años, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que aún así insiste en que existe una excesiva brecha de género en el ámbito laboral.

    Con motivo de la celebración mañana del Día Internacional de la Mujer, la organización de la ONU publicó hoy un informe sobre "Tendencias Mundiales del Empleo de las Mujeres 2007", del que se desprende que en la actualidad hay más mujeres que nunca empleadas o en busca de trabajo.

    De acuerdo con los datos del informe, en 2006 había 2.895,7 millones de trabajadores en el mundo, de los que 1.157,1 millones eran mujeres, lo que supone el 40 por ciento, una tasa prácticamente igual que la de hace diez años (39,7).

    En cambio, sí ha aumentado el porcentaje de mujeres con empleos remunerados en todo el mundo, que ha pasado del 42,9 por ciento en 1996 al 47,9 por ciento en 2006, aunque el avance no es similar en todas las regiones del planeta e, incluso, hay algunas en las que se ha observado un retroceso.

    Ese retroceso puede ser un síntoma negativo, pero también positivo, ya que en regiones más desarrolladas suele ser consecuencia de que cada vez hay más mujeres que estudian durante más tiempo, según explican los responsables del informe.

    En las regiones más pobres del mundo, sin embargo, el número de trabajadoras familiares auxiliares sin remuneración sigue siendo mucho más alto que el de los hombres, por lo que las primeras tienen muchas menos oportunidades de convertirse en asalariadas.

    Pese al avance de los empleos dignos entre las mujeres, la OIT llama la atención sobre el hecho de que cerca del 60 por ciento de los trabajadores que sobreviven en familias con ingresos inferiores a un dólar por persona y día sigan siendo mujeres.

    Además, y a un ritmo similar al del aumento del conjunto de la población mundial y del paro masculino, también crece el número de mujeres desempleadas (las que quieren y pueden trabajar, pero no encuentran ocupación), hasta alcanzar los 81,8 millones.

    En la actualidad, la tasa de paro femenina es del 6,6 por ciento (frente al 6,3 de hace una década), mientras que la masculina es del 6,1 por ciento (frente al 5,9 de hace diez años).

    También ha aumentado la cantidad de mujeres empleadas en puestos de baja productividad en la agricultura o en el sector servicios, así como las que reciben menos ingresos por el mismo trabajo de los hombres, lo que la OIT denomina "feminización de la pobreza en el trabajo".

    "Pese a los progresos, aún hay demasiadas mujeres atrapadas en trabajos mal retribuidos, con frecuencia en la economía informal, sin suficiente protección legal, con poca o ninguna protección social y con un alto grado de inseguridad", asegura el director general de la OIT, Juan Somavia.

    En su opinión, "la promoción del trabajo decente es un instrumento fundamental para responder a la demanda mundial de igualdad de género, ya que permitiría avanzar en la mejora de los ingresos y oportunidades de las mujeres y ayudar a las familias a salir de la pobreza".

    Para evitar que "la feminización de la pobreza" aumente, la OIT propone que las mujeres tengan más oportunidades de empleo decente que les permitan realizar un trabajo productivo y remunerado en condiciones de libertad, seguridad y dignidad humana.

    En cuanto a las diferencias salariales entre ambos sexos por el mismo trabajo, una discriminación que existe en prácticamente todo el mundo, el informe apunta que la globalización está contribuyendo a reducirlas, especialmente en determinadas ocupaciones.

    Por regiones geográficas, donde más presencia tiene la mujer entre la fuerza laboral (la formada por quienes trabajan y quienes buscan activamente empleo) es Asia Oriental (el 66,8 por ciento de las mujeres en edad de trabajar), seguida del África Subsahariana (62,8), Asia Sudoriental (58,9), América Latina y el Caribe (52,4), Asia Meridional (36) y Medio Oriente y África del Norte (29,5).

    La media mundial es del 52,4 por ciento, aunque entre las economías desarrolladas alcanza el 52,7 por ciento mientras que entre las que se encuentran en transición se limita al 49,4 por ciento. EFECOM

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