CTE reducirá los 18 millones de toneladas de CO2 que emiten las viviendas
Madrid, 26 feb (EFECOM).- El Código Técnico de la Edificación (CTE), de obligatorio cumplimiento en materia de ahorro energético desde el 29 de septiembre, servirá para reducir los 18 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) que el sector residencial emite a la atmósfera y que suponen el 2,8 por ciento del total.
Así lo aseguró hoy el director general de Vivienda, Rafael Pacheco, durante la inauguración del seminario "Gestión urbana y eficiencia energética", organizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En su intervención, Pacheco recordó que el 40 por ciento de la energía producida en España es consumida por el sector de la construcción, tanto durante el proceso de edificación como a lo largo de la vida de los edificios.
Según el responsable de Vivienda, esa fue la razón por la que el Gobierno decidió impulsar el CTE que, entre otras cosas, tiene en cuenta el ciclo de vida de los materiales de construcción y establece mecanismos para el ahorro de agua y para el reciclado de residuos, así como el aislamiento térmico en cerramientos o la colocación de paneles solares.
Son todas ellas medidas para conseguir una construcción "más sostenible", que tiene como objetivo mejorar la calidad de los edificios, reducir el consumo de energía, disminuir la emisiones nocivas a la atmósfera y fomentar las energías renovables.
Esta normativa se complementa, según explicó Pacheco, con la Certificación de Eficiencia Energética, el llamado "sello verde", aprobado el pasado 19 de enero y que permitirá conocer el grado de sostenibilidad de los nuevos edificios.
Asimismo la Ley de Suelo, actualmente en trámite parlamentario, contribuirá a la planificación y desarrollo de municipios más eficientes desde el punto vista energético y más respetuosos con el medio ambiente.
Una norma que, según explicó Pacheco, servirá para enmendar la anterior ley de 1998, que legitimó la idea de que "todo es urbanizable" y que dio lugar a ciudades "dispersas, mal diseñadas y de altos consumos energéticos".
En este sentido, el presidente de la FEMP, Heliodoro Gallego, explicó que han pedido al IDAE un convenio que fije las medidas para convertir los municipios en consumidores responsables de energía y en un ejemplo de sostenibilidad. EFECOM
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