Las cavas de puros españolas esperan superar la crisis del sector
Laura Garrido
Madrid, 23 feb (EFECOM).- Los más de quinientos estancos españoles que apuestan en su negocio por las cavas climatizadas de puros esperan superar la crisis en el consumo y los precios de las labores del tabaco en 2006, y adaptarse a la nueva situación del mercado tras la entrada en vigor de la Ley Antitabaco.
El sector de los puros en España, que registró una caída en las ventas del 7,4 por ciento el pasado año, "atraviesa en la actualidad una coyuntura muy difícil después de la época de gloria vivida en la década de los 90", explicó a Efeagro uno de los pioneros del negocio de las cavas en España, Eulalio Bejarano.
El estanquero señaló que el consumo ha bajado por primera vez desde hace quince años, cuando la caída del muro de Berlín provocó el desabastecimiento de productos fitosanitarios desde la Unión Soviética a Cuba, lo que desembocó en un importante retroceso de la producción de cigarros habanos.
Las turbulencias políticas internacionales pueden afectar al comercio internacional de puros, comentó Bejarano, "y si Estados Unidos abriera sus fronteras comerciales a los productos cubanos, el comercio de habanos con España podría sufrir alteraciones".
Y es que, según explica Bejarano, el mercado español "ha sido siempre un privilegiado" en el abastecimiento de cigarros, "debido a nuestra situación preferente, por lo que la entrada de puros se produce antes que en ningún otro país, y a precios muy similares a los de Cuba".
De los 180 millones de puros habanos que se producen en Cuba cada año, unos 60 millones de unidades se venden en el mercado nacional, y alrededor de 30 millones se destinan a España.
Para conservar la calidad de estos exclusivos cigarros, hace diez años aparecieron en España las primeras cavas de puros, unas salas climatizadas dentro de los estancos que conservan una temperatura de 18 grados centígrados y un nivel de humedad cercano al 70 por ciento, "las condiciones óptimas para la asegurar el perfecto estado del producto", detalla Bejarano.
La cava de este estanquero cuenta con un espacio de unos doce metros cuadrados en el que almacena alrededor de 75.000 puros, principalmente habanos, pero también otros procedentes de Santo Domingo, Puerto Rico y países latinoamericanos, con un valor aproximado en el mercado de 300.000 euros.
La sala cuenta con un climatizador y dos humidificadores que controlan constantemente la temperatura y humedad para conservar tanto las series especiales de puros como las ediciones limitadas, y las hojas de tabaco que posteriormente se utilizan para torcer cada una de las unidades conocidas como "Cuje".
Bejarano atiende en su estanco a "un grupo de clientes muy exclusivos y con alto poder adquisitivo", del mundo de la política y el espectáculo, "que quieren productos en perfecto estado y un asesoramiento al cien por cien sobre lo que van a fumar".
Los primeros estancos que pusieron en marcha este negocio en los noventa también se encargaron de potenciar actividades que destacaran la cultura del puro en España e informar a los consumidores sobre los distintos productos a su disposición y la mejor forma de consumirlos.
Bejarano recuerda que "en aquella época la atención mediática al sector era muy importante", y la puesta en marcha del Festival del Habano "fomentó la edición de guías, la profesionalización de los sumilleres y la proyección del sector a nivel nacional e internacional".
Las ventas de puros experimentaron una recuperación del 47 por ciento en enero de 2007, y los estanqueros expertos en el negocio de las cavas esperan que la crisis finalmente haya sido "una simple mala racha, para que el negocio pueda pasar a la próxima generación". EFECOM
lgc/mvm/cg