Repsol quiere pagar el dividendo en diciembre por la subida de impuestos

Repsol se prepara para adelantar el pago del dividendo de enero de 2010 a diciembre de este año. Al menos ésta es la idea con la que se está trabajando en la petrolera, según indicaron fuentes consultadas por este diario, para tratar de evitar que sus accionistas tengan que afrontar, además de la rebaja prevista hasta los 0,85 euros por título, el aumento de los impuestos para las rentas del capital aprobado por el Gobierno.

El consejo de administración de Repsol (REP.MC) se reunirá el próximo 25 de noviembre para votar el adelanto del pago, así como la cantidad definitiva, es decir, si como parece se van a desembolsar los 0,85 euros por acción propuestos de manera informal por la dirección o los 1,05 euros que reclamó Sacyr (SYV.MC). En el consejo del pasado mes de octubre, Criteria y Pemex, tal y como adelantó elEconomista, respaldaron el recorte de la retribución para que se pudieran mantener los planes de crecimiento de Repsol, frente a Sacyr, que propuso que se congelasen las inversiones en las refinerías de Cartagena y del País Vasco.

Si finalmente se ratifica la propuesta de la dirección, Repsol rebajará un 19% el dividendo respecto al ejercicio de 2008 y podrá seguir invirtiendo los 5.500 millones anunciados ayer, de los que 568 millones corresponden a Gas Natural, 1.700 millones a YPF, al negocio de exploración y distribución se dedicarán 1.400 millones y otros 1.600 millones de euros al refino y marketing.

En concreto, el dividendo que podría adelantar es el primero que tiene previsto abonar a cuenta de los resultados de 2009, que el mercado espera que alcance los 0,45 euros por título (posteriormente desembolsaría 0,4 euros en otro pago). Si se confirmara, Sacyr ingresaría 110 millones brutos. No obstante, al tributar al 18% pagaría a Hacienda 19,8 millones, frente a los 23,1 millones que tendría que darle si tributase al 21%. Así, se ahorra 3,3 millones. Esta medida beneficia, sobre todo, a los inversores que tengan menos de un 5% del capital de una compañía, ya que a partir de ese porcentaje el accionista no tributa a Hacienda.

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