Empresas y finanzas

El golpe más duro de los productores de juguetes chinos está aún por llegar



    Marta Checa

    Hong Kong, 10 ene (EFECOM).- En los próximos 10 años los jugueteros españoles se enfrentarán a la verdadera amenaza procedente de China: unos juguetes con marca y para los que se ha invertido en investigación y desarrollo, auguraron responsables del sector reunidos en la feria de Juegos y Juguetes de Hong Kong.

    "En este momento los chinos son unos 'mandados', hacen lo que los fabricantes les encargan. Pero el problema real no lo tenemos ahora sino que llegará dentro de 10 años, cuando empiecen a invertir en investigación y desarrollo y en imagen para sus productos", comentó a Efe José María Castellano, gerente de "Juguetes Falomir".

    Castellano, quien es además presidente de la feria, la segunda más importante del mundo, fue rotundo: "En ese momento no nos venderán sólo baratijas, sino todo".

    Según un informe de 2003 del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), China es el primer fabricante de juguetes y el primer exportador mundial.

    Pere Martínez, responsable del departamento exterior de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), entiende que "el sector está en un proceso de cambio, no en crisis" y que "está realizando una inversión muy grande en diseño e innovación y ampliando su estrategia internacional".

    "Una de las reacciones de nuestro sector para frenar la primera oleada de productos chinos fue realizar juguetes con más volumen e invertir en la calidad y el diseño", apuntó.

    Castellano coincide con él en que el fabricante tendrá que aguzar el ingenio para poder mantenerse a flote.

    "Nosotros tenemos que aportar cerebro. Diferenciación. Producir más barato pero no bajar la calidad", expresó el gerente de Falomir.

    José Luis Yáñez, de la firma Toyse, que sigue fabricando en España pero se verá obligado a deslocalizar parte de su producción en breve, estima que para no desaparecer tendrá que "posicionar la marca" e "ir siempre un paso por delante de los productores chinos" porque competir con el precio no es realista.

    El sector español, conformado por 202 empresas, no se duerme en los laureles. Según Martínez los fabricantes están renovando "el 70 por ciento de su catálogo anualmente (entre un 30-40 por ciento es nuevo y luego 'refritos')", con el objeto de evitar que les copien "y ofrecer siempre cosas nuevas al comprador".

    A nivel institucional se ha creado la marca "Toys from Spain" y se realizan numerosas acciones en el extranjero, informó el responsable de la asociación.

    Por su parte Castellano resaltó la peculiaridad que se da en España donde, si bien grandes jugueteros han trasladado la producción a otros países, concretamente a China, el hueco que han dejado en la península está siendo ocupado por multitud de pequeñas fábricas.

    Entre 1995 y 2004 se crearon 20 nuevas, que no fabrican directamente sino que se aprovechan de la industria auxiliar.

    "Son empresas con 6 ó 7 personas y exportan hasta un 80 y en algunos casos hasta un 90 por ciento de lo que producen", explicó.

    Para Hermann Bruns, gerente de exportación de Ravensburger, una de las principales firmas europeas y con presencia en Asia desde hace 30 años, producir en China no es la panacea, al igual que no es vender a este país, mercado en el que, junto con India y Japón, va a concentrar sus esfuerzos la AEFJ.

    "En China se reducen costos, pero también se es menos flexible, por el tiempo que pasa entre que se pide un producto y el producto te llega. A lo que se añade el cambio constante de los precios de producción", dijo.

    "China es poco negocio", sentenció Bruns. "Si únicamente de un 3 a 5 por ciento de la población cuenta con recursos, y todos son muy 'marquistas', lo que ocurre es que van a comprar productos que puedan mostrar, bolsos, gafas, polos, y sólo van a gastar en ocio cuando hayan satisfecho esas necesidades."

    A su juicio, otro problema es que "los padres no tienen cultura de sentarse a jugar con los niños".

    "A lo que se añade que los hijos, por ser hijos únicos, reciben juguetes de sus padres y de sus abuelos, en abundancia y todo el tiempo, por lo que son juguetes que compran tan rápido como se deshacen de ellos, de lo que se deriva no son de calidad. Son basura", apuntó.

    Un total de 11 empresas jugueteras españolas y el pabellón institucional de la AEFJ están presentes hasta el jueves en el salón de los juegos y juguetes de Hong Kong, una feria en la que participan este año cerca de 2.000 empresas de 37 países. EFECOM

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