Empresas y finanzas

La crisis de la anchoa puede reducir un 16% el negocio del sector



    Santander, 14 dic (EFECOM).- La mayoría de las empresas conserveras que elaboran anchoa en salazón sortearon sin problemas graves el primer año de cierre de la pesquería (2005), pero la falta de capturas de esa especie en el Cantábrico, que se mantiene, puede reducir su negocio un 16% y destruir más del 10% de sus empleos.

    La Sociedad de Desarrollo Regional de Cantabria (Sodercan) repartió hoy en una jornadas sobre el sector celebradas en Santander las conclusiones definitivas del estudio sobre las conserveras cántabras, que por sí solas representan el 78 por ciento de la industria que en España elabora filetes de anchoa en salazón.

    El estudio constata cómo las capturas de anchoa del Cantábrico, con la que se elaboran las conservas de mayor calidad, vienen cayendo desde hace tiempo año tras año, una situación que las industrias han ido paliando con importaciones de materia prima del Mediterráneo o de caladeros de Marruecos, Suramérica o China.

    Ese proceso ha transformado, a su vez, el mercado del producto: si hace 50 años -dice el informe- el 90 por ciento de los filetes de anchoa en salazón vendidos eran "de la máxima calidad", en la actualidad las importaciones de pescado de "nivel más bajo" ha provocado "una distorsión entre los consumidores, muchos de los cuales ya no conocen el producto de calidad".

    El informe hace un pronóstico del daño que pude sufrir ahora la industria conservera basada en la anchoa como consecuencia de la crisis que atraviesa esa pesquería en el Cantábrico (en 2005 se cerró en vista de las pobres capturas, en 2006 hubo veda la mitad de la temporada y el balance de la costera fue casi nulo y para 2007 la Comisión Europea ha propuesto mantener cerrado el caladero).

    La mitad de las empresas encuestadas por la consultora que ha hecho este estudio para Sodercan creen que la situación afectará a su negocio y reducirá sus ventas, en algunos casos, hasta el 100 por cien. La caída media estimada es del 16,5 por ciento, lo que implica que el sector dejará de ingresar unos 20 millones de euros al año.

    "Sería un impacto notable si no hay alternativas", que se agravaría la reducción de la rentabilidad que han sufrido estas empresas en los últimos años debido a la "guerra de precios" y al aumento de la competencia, dicen los autores del informe.

    Ante esta situación, el estudio aconseja a las empresas que pongan en valor la calidad que da al producto el haber sido hecho en Cantabria, con independencia del lugar de donde proceda la pesca.

    De hecho, recuerda el informe, las capturas de anchoa en el Cantábrico, aun en sus mejores años, representan una pequeña parte de las 545.000 toneladas de las distintas variedades de ese pez que se pescan al año en el mundo, algunas de la cuales tienen buena calidad (el estudio señala las del Mediterráneo, Marruecos y China).

    "Llama la atención la abundante presencia de pesca similar en otros caladeros a los cuales no se ha acudido como alternativa. Es necesario, y esta sería una de las principales conclusiones, implementar mecanismos que permitan acceder a la pesa de anchoa similar en otros lugares", mantienen los autores del estudio.

    Consideran importante además "regular y enunciar en los envases el origen de los productos y sobre todo el nivel de calidad de los mismos", de modo que se pueda aprovechar la calidad de la manufactura que se hace en Cantabria como "elemento diferenciador".

    También recomiendan seguir con la diversificación de productos que algunas empresas ya han emprendido, ganar tamaño y establecer vías de cooperación. EFECOM

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