Si alguien cree que el Ibex 35 va a tener un buen año debe confiar, casi por fuerza, en el sector bancario y, más concretamente, en el Banco Santander. Con una ponderación del 17,4 por ciento en el índice español, los movimientos de la entidad son los que más pesan sobre el índice, y los analistas no confiaban tanto en la compañía desde el año 2010. Luciendo una recomendación de compra, una rentabilidad por dividendo del 4 por ciento y un potencial del 13 por ciento, el consenso cree que la entidad puede tirar del Ibex 35. Este año, los analistas esperan que recupere el liderazgo por beneficios del sector bancario de la eurozona, desbancando cuatro años después al francés BNP Paribas. "El momentum de ganancias del Santander sigue intacto", explican desde UBS, donde creen que "los múltiplos actuales no reflejan de manera adecuada su superior potencial de retorno y crecimiento y la limitada vulnerabilidad de sus beneficios". Y es que durante los últimos 12 meses las previsiones de ganancias del Santander para 2018 han crecido un 12,6 por ciento, las de 2019 un 16,5 por ciento y las de 2020 un 32,4 por ciento, si bien es verdad que hace un año el consenso sobre los resultados de 2020 era limitado. Con estas mejoras, el perfil de aumento del beneficio de la compañía es mucho más atractivo que el del resto de grandes bancos de la eurozona: entre 2017 y 2020 su resultado neto aumentará a un ritmo anualizado del 18,4 por ciento, en contraste con el 8,2 por ciento del resto de gigantes. "Pensamos que el mercado está infraestimando la contribución potencial de la franquicia del Popular y la mejora de las perspectivas en Brasil. Además, está haciendo previsiones conservadoras y esperando un impacto severo en Reino Unido por el Brexit", explican en Credit Suisse. En el pasado ejercicio, el banco obtuvo el 28 por ciento de su beneficio de Brasil, el 16,7 por ciento de Reino Unido y el 13,1 por ciento de España. Esta diversificación geográfica permite a la entidad superar momentos del ciclo complicados y, con ello, lograr su objetivo de ser un banco más previsible tras varios años en los que las ganancias eran una montaña rusa. "Es uno de nuestros bancos favoritos en Europa, gracias a su diversificación geográfica, la mejora en resultado ordinario, calidad crediticia y solvencia y el buen momento de beneficios que atraviesa", destacan en Bankinter. Así, España será la encargada de hacerse con el bastón de mando para tomar el relevo de Brasil como el principal motor de las ganancias. "Nuestras estimaciones sugieren que, incluyendo a Popular y la división de Real Estate, generará beneficios de 2.000 millones en 2018 y de 2.300 millones en 2019, sin incluir ninguna subida de tipos. La contribución del negocio a los beneficios se situaría entre el 19 por ciento y el 21 por ciento de las ganancias del grupo", explican en Credit Suisse. Final de su plan Este es el último año de su plan estratégico 2015-2018 y los analistas creen que cumplirá sus principales objetivos financieros. El Santander espera alcanzar una rentabilidad sobre el capital tangible superior al 11,5 por ciento y el consenso descuenta que esta ratio se sitúe en el 11,7 por ciento. Asimismo, los analistas esperan que su ratio de eficiencia se sitúe en el 47 por ciento, en la parte alta de rango dado por la entidad y que el coste del riesgo se quede en el 1,1 por ciento, por debajo del objetivo del 1,2 por ciento de la firma. La única variable en la que los expertos difieren ligeramente con el banco es el porcentaje del beneficio destinado a retribuir, con el consenso esperando un 43 por ciento y el Santander entre el 30 po ciento y el 40 por ciento.