El presunto pago de sobresueldos en negro en el PP amenaza con castigar a la marca EspañaLa desconfianza podría tener un efecto inmediato sobre la prima de riesgo y la bolsaLos presuntos sobresueldos en negro a la cúpula del PP; los 22 millones que el extesorero del partido, Luis Bárcenas tenía en Suiza gracias, supuestamente, a las comisiones de Gürtel; el caso Pallarols; el de los ERE en Andalucía; el desvió de fondos públicos por parte de Iñaki Urdangarin y la imputación del secretario de las Infantas; el caso Palau; la quiebra fraudulenta de Marsans, que ha acabado con el expresidente de la CEOE en prisión... El mapa de la corrupción se extiende por España al mismo ritmo prácticamente que crece el desempleo y se agudiza la situación de crisis y recesión. Y lo hace justo en el peor momento. Cuando parecía que el país dejaba de estar en el ojo del huracán de los mercados, la bolsa tomaba oxígeno y la prima de riesgo empezaba a bajar. Situación de riesgo No es de extrañar por ello que las alertas hayan saltado en el mundo empresarial y que, lo que muchos denuncian en privado, se ha empezado a expresar ya públicamente. El temor a que la corrupción dañe a la marca España, ahuyente a los inversores y hunda otra vez a la economía, sobre todo cuando todas las previsiones apuntaban a una recuperación a partir del segundo semestre del año, va en aumento cada día que pasa. Uno de los primeros en hablar ha sido el presidente del Santander, Emilio Botín, que se mostró contundente el pasado jueves durante la presentación de los resultados de la entidad. La corrupción "no es nada bueno para España", aseguró. Era la primera reprimenda ante un tema "muy incómodo", según dijo, pero no la última. En la misma línea se expresaron también ayer otros dos banqueros: el presidente de BBVA, Francisco González, y el del Banco Popular, Ángel Ron. "Hay malas prácticas en muchísimas partes de nuestro país y esas malas prácticas tienen que ser erradicadas porque si no un país no progresa", aseguró González, esperanzado, eso sí, en que haya una reacción por parte de la clase política. "Todos tenemos que cerrar filas para erradicar esto lo antes posible. Es el momento de dejar que la justicia trabaje, y que trabaje rápido", insistió. El gran temor es que, con la corrupción generalizada en prácticamente todos los partidos y con la cúpula del PP, incluido el presidente del Gobierno, en entredicho, el castigo sobre las bolsas y la prima sea inmediato. "Es fundamental la estabilidad política. Esto puede alterar la confianza en España y en la marca España. Son temas que hay que cerrar cuanto antes por los riesgos que suponen y porque puede dañar a la recuperación económica", advirtió Ángel Ron. Un paso atrás La gravedad de la situación es tal que hasta el Alto Comisionado para la marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ha dado ya una señal de alarma. "Cada caso de corrupción es un paso atrás en el trabajo de tejer una buena imagen del país", aseguró recientemente ante las últimas informaciones de mala praxis política, un asunto que "hace mucho daño a la sociedad". Antonio Garrigues, presidente del despacho de abogados del mismo nombre y miembro fundador del Consejo de Dirección de Transparencia Internacional de España (TI), no ha ocultado tampoco su preocupación en los últimos días por la lacra de la corrupción. "Una persona tiene que saber lo que ocurre en su ayuntamiento, en su parlamento regional, en sus instituciones. La corrupción es el mayor obstáculo al crecimiento", asegura. La máxima preocupación de los empresarios es que la financiación del país vuelva otra vez a encarecerse. La prima de riesgo tocó el máximo histórico el pasado 24 de julio cuando alcanzó los 638 puntos, poniendo al país al borde del precipicio y ante la necesidad inminente de un rescate. Aunque desde entonces el diferencial con el bono alemán no ha parado de caer -la prima cerró ayer en 353 puntos-, el temor es que el golpe causado por la corrupción, y con Rajoy en el punto de mira, España acabe situándose otra vez en el centro de la diana. Y por si fuera poco las incertidumbres amenazaban también a la bolsa. En la última semana, el Ibex 35, que había empezado el año al alza, ha perdido un 5,6 por ciento de su valor, cediendo prácticamente todo lo ganado en lo que llevamos de ejercicio. Aunque los analistas explican que el mercado sigue aturdido por el levantamiento de la prohibición de las posiciones cortas y por la imposibilidad de Wall Street de superar sus propios máximos, el temor se centra en que una situación de desconfianza en el país a causa de la corrupción ahuyente aún más a los inversores. Con el lastre de la corrupción, con el mercado doméstico castigado por una elevada tasa de paro (hay casi 6 millones de desempleados, el 25,5 por ciento de la población activa) y con la economía aún en recesión, la única vía que les queda así a las empresas es acelerar su internacionalización. De hecho, alrededor del 60 por ciento de los ingresos de las empresas del selectivo proviene ya, de hecho, de los mercados internacionales. Aunque toda la economía está en situación de riesgo, uno de los sectores a los que la corrupción puede hacer más daño, al menos de forma inmediata, es el del turismo. Con el mercado nacional en caída libre, el sector depende de la llegada de extranjeros, y prueba de que la imagen afecta y mucho está en lo que ha ocurrido en Grecia. Pese a que el Gobierno heleno bajó los impuestos al turismo para reducir los precios, la llegada de turistas extranjeros cayó más de un 3 por ciento el año pasado y las empresas temen que éste pueda ser mucho peor. En España, 2012 fue un buen año, con 57,9 millones de visitas, un 3 por ciento más, pero aún así el miedo está latente. En las portadas del mundo Prueba de la mala imagen que causa la corrupción la dan los titulares de los últimos días en la prensa internacional. "Rajoy inmerso en un escándalo de corrupción", titulaba ayer Financial Times, detallando como los políticos más destacados del PP están envueltos en el escándalo, incluido el presidente del Gobierno, y recordando incluso la investigación abierta a Iñaki Urdangarin. The Wall Street Journal y Le Monde destacan la posible caja secreta del PP; el británico The Guardian dedica su portada a Rajoy, enmarcándolo en la crisis de la eurozona y el alemán Deustche Welle aporta una cifra escalofriante: 730 políticos españoles están implicados en casos de corrupción. Son sólo algunos ejemplos en Europa, porque tanto la prensa latinoamericana como la de Estados Unidos siguen también la noticia muy de cerca. La gravedad de la situación es tal que incluso en el propio partido podría haber una división interna porque algunos barones del PP empiezan a desmarcarse de la línea oficial y pedir que se aceleren las investigaciones y se den cuanto antes explicaciones a la sociedad para evitar el descrédito.