madrid. Las cosas no están cambiando. Han cambiado. La manida frase empresarial de centrarse en el cliente es hoy la constatación de que no queda otra. Y en telecomunicaciones más que en ningún otro sector. Fueron millones de decisiones individuales las que alzaron a Google como el buscador más utilizado. Millones de decisiones individuales las que han convertido a YouTube en un éxito de masas. Y todo ello sin mediar publicidad alguna. Va a ser verdad que la gente hace lo que quiere y Telefónica lo sabe pero se tiene que poner manos a la obra para no perder el tren. El presidente del grupo español, César Alierta, se lo dijo ayer a los 1.300 directivos convocados en Madrid. El nuevo objetivo: "convertirse en un proveedor líder de todo tipo de soluciones integrales de comunicación, información y entretenimiento".El "nuevo entorno digital" se caracteriza "por el uso intensivo de la banda ancha y el alto potencial de crecimiento que permite la convergencia de los negocios en el hipersector de las tecnologías de la información y la comunicación".Convergencia es también integración de telefonía fija y móvil y eso, por donde van a empezar a hacerlo, es con las grandes empresas, a las que les han creado una división propia para ir con una única voz a ofrecer los servicios de telecomunicaciones y tecnologías, y a la que le están buscando aún máximo responsable. Según explicó ayer Alierta, de momento en el negocio de pymes e individuales se mantendrá la separación entre servicios fijos y móviles. En cualquier caso, para integrar en España (algo que ya hace France Télécom por si no se ha dado cuenta la CMT) le exigen a Telefónica que alquile su red móvil a alguien que quiera dar servicio a cliente final o hacer malabares con las ofertas. Telefónica ingresa hoy 48.000 millones de euros al año, cuenta con 192 millones de accesos telefónicos (fijo y móviles) y tiene una cuota de mercado a nivel europeo cercana al 11 por ciento.