E l cerebro humano se alimenta de experiencias, con ellas crecemos y formamos nuestra identidad. Estas experiencias cambian nuestro cerebro en base a unos mecanismos que llamamos de plasticidad, que son la base del aprendizaje, y se mantienen a lo largo de toda la vida, incluso en las personas con lesiones neurológicas graves, como aquellas que, a causa de una lesión presentan una alteración de su consciencia", explica Enrique Noé, neurólogo y director de investigación de Neurorhn -Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas en Valencia, Elche, Sevilla y Vigo-. La importancia que, desde el punto de vista neurobiológico, tienen nuestras vivencias, es justamente lo que ha llevado a Neurorhb a desarrollar, de forma conjunta con el Servicio Neurorehabilitation & Brain Research Group de la Universidad Politécnica de Valencia, un sistema de estimulación multisensorial apoyado en las Tecnologías de la Información y con un soporte basado en técnicas de realidad virtual para la rehabilitación de personas con estados alterados de consciencia. Así, el centro se convierte en la primera unidad en España centrada en estos pacientes. Se trata de un sistema multimedia que permite recopilar toda la información del paciente de forma personalizada y con un sentido autobiográfico en referencia a los gustos, preferencias, música, sonidos, vídeos y fotos del paciente. Tras esto, un terapeuta tiene la posibilidad de organizar y programar el material para que el paciente reciba toda esta información a través de diferentes canales: pantalla de ordenador, gafas de realidad virtual o una pantalla de cine, entre otros. Junto a los diferentes modos de estimulación visual y auditiva, el programa dispone de sistemas de estimulación sensitiva, que consiste en diferentes sensores colocados alrededor del torso del usuario para permitirle sentir, mediante vibraciones, los estímulos presentados. Este feedback háptico aumenta en gran medida la inmersión dentro de este mundo virtual y la interacción con él, potenciado su posible efecto terapéutico al enriquecer la experiencia vivida con estímulos sensoriales. En definitiva, un elemento ideado para poder personalizar las experiencias de cada paciente e intentar que estos vuelvan a tener conexión con el entorno. Tal y como explica Noé, lo que ocurre con las personas que se encuentran en estados alterados de consciencia es que, al estar encamados, "se les priva de la mayor herramienta que dispone nuestro cerebro para crecer, que son las experiencias, y a los familiares se les obliga a ser la única fuente de estímulos", concluye. "Cada experiencia genera una tormenta eléctrica en nuestro cerebro que provoca una descarga bioquímica. A nivel terapéutico es posible replicar este modelo en condiciones de laboratorio. La tormenta eléctrica la realizamos con sistemas de estimulación eléctricos externos o internos, las descargas bioquímicas con fármacos y las experiencias de vida que tienen que producir todo esto las llevamos a cabo con este tipo de sistemas de realidad virtual multisensorial", detalla el doctor. No obstante, para el desarrollo de este sistema es preciso un trabajo conjunto de la familia y el terapeuta. El entorno cercano se encarga de facilitar las imágenes, los recuerdos y las vivencias del paciente en cuestión, y el terapeuta, con solo un clic, puede elegir rápidamente el tipo de estimulación, el contenido a mostrar, el orden de información, el tiempo de descanso entre las repeticiones, el contenido de visualización... entre otros. Así pues, la versatilidad de los componentes del sistema y su profunda personalización permite que por muy bajo que sea el nivel de consciencia del paciente, no tenga obstáculos para beneficiarse de esta novedosa terapia. Un reto asistencial En España no existen datos sobre prevalencia o incidencia de pacientes en estados alterados de consciencia tras una lesión cerebral, siendo los accidentes de tráfico y las lesiones vasculares cerebrales las causas más frecuentes de ello. Pero, si atendemos a los estudios realizados en países vecinos, la cifra podría rondar entre uno y cuatro casos por 100.000 habitantes. A pesar de esta alta prevalencia, los pacientes en estados alterados de consciencia suponen un reto asistencial todavía no cubierto, tanto por su alto grado como por su prolongado nivel de dependencia. En este sentido, Joan Ferri, director de Neurorhb, aclara que este centro ha sido especialista en valoración y tratamiento de los pacientes en estado vegetativo/síndrome de vigilia sin respuesta o en mínima consciencia. "Contamos con una línea de investigación abierta cuyo objetivo es conocer mejor los cambios neurales que ocurren desde el estado de coma a la recuperación de la conciencia así como las intervenciones terapéuticas más eficaces", remata. Con todo, Enrique Noé insiste en que, desgraciadamente, no hay una solución única y exacta para tratar este tipo de problemas. "Este sistema funciona como una herramienta más, en combinación con el resto de métodos y terapias, para conseguir que, a través de estimularles con sus propias experiencias, podamos conseguir un mayor grado de conexión de estos pacientes con su entorno y sus seres queridos".